Dialéctica en regresión a la realidad peruana (4ta Parte)

A los jóvenes: La filosofía de Haya de la Torre

Leer y recepcionar a Hegel, una de las grandes figuras de la humanidad y el primer creador del sistema dialéctico filosófico en la historia de la Humanidad, significa también conocer la historia del pensamiento europeo y universal, y a través de Hegel, recepcionar la crítica a las mejores cabezas del conocimiento filosófico. Sus trabajos nos inducen a conocer todos los sistemas de las ciencias, de la física, de la biología, de la mecánica y de la sociedad. Haber leído a Hegel, es saber desde ya, que materia de reflexión y de trabajo es también conocer las leyes de la dialéctica de la repetición regresiva y diferenciada, y no solamente ello, sino conocer su aplicación en la historia y en los procesos sociales para establecer, relacionar y diferenciar las ideas. Ese análisis, es como un Perpetuum Mobile, algo así como lo condicionado por su tarea titánica a Leonardo da Vinci, ascendente y descendente en la teoría gris, en lo concreto y lo abstracto y en lo constante del conocimiento en los campos del saber, de la Estética, la Literatura, el Arte y la Cultura.

Superar a Hegel, es pues una labor titánica, que no se hace pasando una puerta, sino atravezando muchas de ellas con las llaves maestras del conocimiento, ascendiendo a las cumbres del conocimiento universal más elevado, con sencillez y sin pretensiones de saberlo TODO.

Desde hace centurias, Haya de la Torre intentaba „crear“ intelectualmente la historia de una filosofía para toda la América Latina. El ideólogo del APRA, se esmeraba en usar determinadas categorías de filósofos burgueses europeos, pero también del científico Albert Einstein (alemán) para fundamentar los objetivos de un pluralismo ideológico, de una convergencia de clases (trabajadores+burguesía=clases explotadas por el imperialismo), pero en los cuales tuviera siempre la burguesía la partida y la llegada dentro de objetivos sociales definidos. Al final del experimento, como vemos, Alan García, „el trabajador intelectual“, solamente ha profundizado las contradicciones entre las clases explotadoras y explotadas en dos polos extremos, ya que su política se orienta a las clase dominantes, así como también sus compromisos son entreguistas hacia los monopolios de los países extranjeros.

Haya de la Torre, como filósofo de la burguesía peruana, jugó con los diferentes mecanismos de las ciencias mecánicas y de la teoría de la relatividad para ordenar un reloj histórico en otro mecanismo, pero conciente o inconscientemente, se hizo de una o de otra manera, miembro de la filosofía relativista moderna burguesa.

Él nos dice, que ha estudiado a Einstein y la teoría de la relatividad. Para conocer a Einstein también se necesita conocer el amplio campo histórico de la física y de las matemáticas, desde Pitágoras, Demócrito, Heráclito, Anaximander y Anaximedes, y es saber sobre Tholomeus, Geordano Bruno, Galilei Galileo, y Newton, entre otros, pero sobre todo, haber entendido también a Einstein no solamente en la teoría de la relatividad, sino también en su lucha por la paz, y estar en contra de la guerra. Y en esto último, como vemos, su discípulo Alan García, puede igualarse a un aprendiz de Bush Junior.
Veamos las categorías históricas de Hegel y de las ciencias físicas que toma el autor de Espacio y Tiempo Histórico, y que a continuación presento en forma esquemática.

1.- La genética y la psicología instintiva vertida tanto en el campo de los hombres y animales como una identidad en la relación física del espacio y del tiempo, según su autor, el inicio es el profundo misterioso del mundo que une a estos dos seres. Bien, que aquí, uno sea el inicio del otro. Pero, aquí no existe una diferenciación o un estudio profundo de lo uno y de lo otro. Lo que diferencia a los animales del ser humano. La palabra Evolución es ahorrada en su libro de porrazo, así como el análisis marxista de la categoría trabajo. Y también Hegel es reflexionado en forma parcial, al ampliarse Haya de la Torre en el papel de la conciencia de la historia.

Esta filosofía, es como la del observador, que queriendo demostrar el ORIGEN DEL HOMBRE, desde su punto de vista, asigna este concepto, a quienes solamente se han elevado a la razón, de acuerdo a las reglas de causa y el efecto de la metafísica (espacio-tiempo-histórico-relativo), excluye de sus premisas, el término EVOLUCIÓN DE LA VIDA, pero también el término de la transformación del hombre como SER SOCIAL, mediante el trabajo social. Es decir, tanto en lo primero como en lo segundo, no existe una relación dialéctica entre un ser de instinto y el ser de conciencia social. Aquí, como vemos, hay dos cualidades diferentes.

Es decir, el observador se desliga automáticamente de los procesos naturales en la esencia repetitiva de la naturaleza de los seres, en sus estrategias de subsistencia y de vida frente a los medios diferentes, y sus adaptaciones frente a los climas cambiantes en el mundo y del alejamiento de los continentes de sus bases, y lo que les condiciona cualidades evolutivas diferentes, a todos los seres, desde millones de años, hasta permitirse la misma naturaleza debido a su propia dialéctica de transformación (de su propia causa), el paso al mono en su transformación evolutiva como ser diferente a otras especies. Y posteriormente, con la repetición de los mismos procesos de millones de años relacionados a esa continua actividad repetitiva a una actividad transformadora, que almacenará y formará evolutivamente nuestro cerebro, su paso en el ser cultural que es el Hombre. Ser que es dado por la actividad del trabajo, como actividad consciente y como fuerza transformadora como ser social.

Como es conocido, hasta en la Academia de Ciencias del Vaticano, la teoría de la EVOLUCION de Darwin, es la que más genera un rompecabezas entre los clérigos, ellos ya no la pueden ignorar, así como también, ahora son tratados otros temas, que antes eran tabús para la discusión de estos pontífices. En 2006, por ejemplo, 200 filósofos debatieron, en esta Academia de Ciencias del Vaticano, si es posible la creencia sobre Dios a través de la teoría de la Evolución de Darwin.

Las condiciones naturales de los seres (animales y el Hombre), se diferencian entre los seres que han creado sus instrumentos de trabajo, pero en el caso del hombre es que lo mejora y perfecciona cuantitativa y cualitativamente para la producción y reproducción de la vida y de sus necesidades materiales y espirituales. Ello ha posibititado la utilización y transformación de la propia naturaleza, y también la creación del lenguaje, de la cultura como una necesidad histórica de desarrollo social. Estos procesos nos dejan ver, cómo la historia se ha desarrollado de diversas maneras y cómo se ha desarrollado la sociedad a diferentes niveles históricos.

Haya de la Torre, que mezcla a Hegel con Einstein, también podría sintetizar estas dos relaciones de los procesos de transformación de lo natural a lo social, en forma simplificada: Si un campo magnético puede producir la electricidad, ¿por qué la electricidad no puede producir un campo magnético? Fórmula de la física ya conocida. Con ello, se podría también simplicar matemáticamente los procesos evolutivos de la naturaleza y de sus transformaciones evolutivas hasta el paso a lo social. Con ello, abreviar esta construcción de lo instintivo y de lo consciente, desde los hondos misterios que la envuelven. Algo de poesía, a lo Bécquer, que me hace recordar...“Desde el obscuro rincón olvidada yacía el Arpa, olvidada, tal vez, de su dueño...

Dentro de mis apuntes, cuando era estudiante de filosofía de la Universidad Humboldt, he hallado un escrito, que ahora he reconstruido: Esta filosofía es la del observador, que nos quiere demostrar el ORIGEN DEL HOMBRE, pero pone en su árbol genealógico, solamente, las fotos de los seres que se han elevado a esa razón, y entre ellos, sus más cercanos, además de sus familiares, las élites sociales, la aristocracia burguesa del Perú, el clan aprista, etc, y deja, a los otros sectores sociales, proletarios, campesinos pobres y marginados, en las categorías de los sin razón.

Nuestro observador, usando sólo una secuencia de fotos de épocas más cercanas, ya no se remonta a más de un millón de años atrás, y ya no ve reflejada en la biografía de la Humanidad, que a esa categoría social, pertenecen también el Australopithecus, el Pithecanthropus, el hombre de Neandertal, el Homo Sapiens. Como vemos, mediante, ciertas categorías manejables de la metafísica, faltaría a ese árbol genealógico, algunas miles de fotos para cubrir estas deficiencias evolutivas que tiene del Hombre desde su ORIGEN.

El mismo resultado, lo obtendríamos, cuando para abarcar y ver el mismo árbol genealógico de un ser humano moderno –desde sus orígenes– veríamos que a ese árbol le falta una cantidad, casi de todo un pueblo, de más o menos, 30 mil habitantes.

El fascismo, ya lo hizo, excluyendo a las otras clases (razas), en su ideología. En la vieja Grecia, la mayoría de esclavos, eran áperos que solamente hablaban, y se les podía matar, sin consecuencias. Hay quienes juegan con la metafísica, para usar diversas razones de su conducta política, ora para servir a una clase dominante que está en el poder como a otra que surge.

La pregunta filosófica fundamental que debe de responder Haya de la Torre es, ¿qué es lo primario, la naturaleza o el hombre?; y segundo, ¿hay evolución de la vida o no?

En el ser humano, se da esta relación a través del trabajo donde el hombre adquiera conciencia de sus necesidades y de la transformación de él mismo mediante la actividad consciente que representa el trabajo para la producción y reproducción de esas necesidades. El ser humano, a diferencia de los animales, produce en forma universal sus propios instrumentos de trabajo, las diferentes técnicas y las adecua a los diferentes medios. También el hombre, antes de obtener un producto mediante el mismo trabajo, ha desarrollado el impulso abstracto en su mente, y también el hombre ha producido la ciencia. El hombre con las diversas repeticiones del trabajo sobre la misma naturaleza, logra transformarla, y estas miles de repeticiones en la producción y reproducción de la vida, se van grabando en su conciencia, se van almacenando en su memoria, y estas, al mismo tiempo se perfeccionan, van mejorando las facultades humanas. El hombre es la totalidad de las relaciones sociales de producción, es el conjunto de las relaciones sociales. ( Mensch- das Ensemble der gesellschaftlichen Verhältnisse, según Marx).

También sostiene Marx, en su libro La Ideología Alemana, la historia puede ser apreciada por sus dos lados, y determinar la historia de la naturaleza y la historia de los hombres. Estas dos partes no se pueden separar: tanto tiempo como existan los hombres, se condiciona conjuntamente la historia de la naturaleza y de la sociedad.

Y en el mismo libro, determina: La producción de las ideas (espacio y tiempo), conceptos, la conciencia, está primeramente unida directamente a la actividad producción en las relaciones materiales de los hombres, lenguaje de la vida verdadera.

El tiempo y el espacio no son solamente categorías en sí, y tampoco operan solamente como dos entes genéticos, o psíquicos, automáticamente –desde el origen de la vida–, y ya está dado tanto en la cabeza de los animales y de los hombres, como pretende Haya de la Torre, sino que ellos están condicionados a la evolución del hombre y su actividad mediante el trabajo y la producción dentro de un ensamble social, su relación con la naturaleza y la utilización y transformación de ella mediante el proceso de trabajo, la creación de nuevas técnicas, su relación con el universo, etc. El tiempo y el espacio son formas de existencia de la materia, pero sus formas de movimiento pueden ser registradas o reflejadas en el pensamiento humano, y estar condicionados a su evolución y a sus necesidades, y a sus ritmos de vida.

2.- No hay en su filosofía, una determinación de dónde viene la categoría conciencia. Esta categoría, en sus escritos, pareciera salir del propio desarrollo autónomo del ser, como el propio desarrollo de la idea absoluta de la filosofía de Hegel a través del desarrollo del espíritu mundial (Weltgeist), y que en sus diferentes etapas de desarrollo se reconoce a sí mismo, y después se eleva a conciencia histórica (a la edad de la razón).

Lo cual reportaría, que la conciencia ya es imanente, que está dada a través de su propio desarrollo en donde ella se va transformando y reconociendo a sí misma (Hegel). Es decir, desde sus orígenes –ya está dada en el hombre y en su relación al espacio y al tiempo.

Esta fórmula puede ser aristotélica (alma=Seele), puede ser de Tholomeus (Dios como ordenador del universo), o tomada del filósofo Descartes (El tiempo como un modo del pensamiento= Zeit als Modus des Denkens), de Newton (El espacio como un sensor de Dios=Der Raum als Sensorium Gottes), Leibniz (Materia como otra forma de ser del alma=Materie als nur ein Anderssein der Seele), Kant (Espacio y tiempo son formas puras de la percepción dadas solamente en el sujeto, y no están dadas en las cosas = Raum und Zeit, reine Formen der Anschauung sind, die nur dem Subjekt und nicht den Dingen an sich zukommen), o Hegel (que trata asimismo, desde su dialéctica objetiva, en su crítica a Newton, de superar la relación entre el espacio y el tiempo en relación con la materia. La materia para Hegel es una síntesis de espacio y tiempo y posee un carácter secundario. El espacio y el tiempo, contrariamente, tienen carácter puramente cuantitativo, y sus cambios, nunca tendrán cambios cualitativos.

El espacio (lugar) y el tiempo (subjetivo), dice Haya de la Torre, nos dan la idea de esa conciencia. Pareciera que las propias repeticiones instintivas de los animales y del hombre y su relación con el lugar, ya les hubiera dotado de esa „idea“ o „conciencia“ del espacio y del tiempo, o que ya hubiera estado concebida desde sus orígenes. Por otro lado, nos parece que la naturaleza misma hubiera sido la maestra, y que por sí misma hubiera dotado al hombre de estas facultades desde sus orígenes. Aquí no se establece correctamente las relaciones entre uno y otro campo: lo instintivo y la conciencia en su relación al tiempo y el espacio.

3.- En su trabajo no hay una diferenciación entre las formas de conciencia que nos ofrece Hegel en sus libros: Historia de la Filosofía Mundial (Geschichte über die Weltphilosphie) y Fenomenología del Espíritu (Phänomenologie des Geistes).

No hay tampoco nada referido con el marxismo, que nos explica que el ser social produce la conciencia social. Tampoco hay algo que nos indique el papel de la conciencia en su actividad de reflejar la realidad objetiva, y que contiene no solamente sus propias ideas sino las de otros, y del papel de transformador sobre la naturaleza, sobre sus instrumentos de trabajo y sobre la sociedad. Tampoco nos explica sobre las diversas formas de conciencia social habidas en las sociedades en su desarrollo histórico para poder diferenciar las sociedades antagónicas y no antagónicas.

4.-Haya de la Torre se basa en el idealismo objetivo, que proviene de las bases del idealismo objetivo desde la antigüedad griega y que pasa por la escolástica, por algunos empiristas, y llega hasta Kant y Hegel, pero nada tiene que ver con Marx. Cuando su filosofía reconoce la naturaleza y los fenómenos sociales (esto es parte de la filosofía hegeliana), pero el resto, es un idealismo subjetivo cuando explica que los fenómenos sociales dependen del punto de vista del observador (aquí veo el campo de la física y del relativismo). Es decir, Haya de la Torre, mezcla estos dos campos en su método de trabajo filosófico. Él incluye a Hegel cuando nos dice (la naturaleza, la sociedad existe), pero lo excluye o evita hablar del propio Hegel y de su tesis del desarrollo del espíritu mundial (Weltgeist). Aquí más bien, se permite tomar la posición de Einstein, en la relación de las leyes de la teoría de la relatividad, es decir utiliza las leyes de las matemáticas, y como observador contempla los fenómenos sociales del desarrollo mundial desde diferentes coordenadas espaciales temporales. Con ello, Haya de la Torre intenta convergir el idealismo y el materialismo. Estos intentos ya se han dado en muchos campos por otros filósofos, que han hecho un eclécticismo de su propia filosofía.


Albert Einstein, en su conferencia sobre la teoría especial de la relatividad y la polémica sobre el éter (Der Streit um das Aether), dada el 25 de enero de 1926, en el Auditorium Maximum de la Universidad Humboldt de Berlín, limita el método de la física y el de la filosofía, donde él niega, la observación filosófica sobre su teoría: „Yo tengo para mí, una lista privada de formulaciones contra la doctrina de Kant, sobre el tiempo y del espacio. Pero eso no tiene nada que ver con la doctrina de la relatividad.“ „Cuando la teoría de la relatividad es un motivo de esclarecimiento como categoría filosófica, ella, igualmente, ha crecido rigurosamente como una necesidad de la física“.*

*Cuadernillo de la Humboldt Universität zu Berlin, con motivo del Centenario de Albert Einstein, Hier las Einstein, Pág 45-46/ Dr. Heinrich Mühsam, redactor del artículo en alemán.

5.- Haya de la Torre aplica las leyes de la física al campo social. Las categorías usadas serán: Espacio y tiempo: velocidad, aumento, expansión, ritmo, luz. También utiliza las categorías de la geometría y la geografía, lugar, coordenadas, expansión, etc. Como resultado de ello tendremos su aplicación al campo de las ciencias sociales y de la historia: Pueblo-continente, pueblos que avanzan a la velocidad de la luz; la última y primera etapa del capitalismo, etc.

6.- Haya de la Torre formula la filosofía como la suma de la ciencias. Y configura la filosofía de Marx en relación a la mecánica Newton, pero él se ubica en relación a Einstein, deduciendo la historia de la filosofía de Marx como SUPERADA, ya que Einstein es mejor físico que Newton.

Para él, Marx se ha quedado en su tiempo histórico, en las coordenadas de una época. El método de Haya de la Torre es antidialéctico, pues lo que se intenta es negar la dialéctica y el concepto materialista de Marx sobre la historia: El ser social produce la conciencia social (Das gesellschaftliche Sein produziert das gesellschaftliche Bewusstsein), el fundamento del materialismo histórico: Espacio y el tiempo son formas de existencia de la materia. Ello, se puede ver en la crítica que hace Marx, en la Ideología Alemana a los jóvenes hegelianos, entre ellos, en la crítica al idealismo de Max Stirner, Bruno Bauer, y sobre todo, la crítica a Feuerbach, que desde el punto de vista materialista critica a la filosofía idealista de la historia de Hegel, y establece, por primera vez, que el espacio y el tiempo son formas objetivas de existencia, y son condiciones esenciales de la materia. *


** Ver la Ideología Alemana, Marx Engels Werke, Band 3, Dietz Verlag 1978, Berlin. También ver las tesis de Marx sobre Feuerbach, igualmente en el mismo libro, Págs. 5-7.
Espacio y Tiempo Histórico, como la filosofía de Haya de la Torre, emerge como una filosofía ahistórica, y en nuestros tiempos como una variante de la filosofía burguesa. En sus orígenes, es una filosofía que representa a un sector social de la burguesía y sus intereses de clase, y que se halla en un dilema frente a la concurrencia de otros sectores de la burguesía y de las burguesías monopólicas extranjeras. Pero debido a su inconsistencia, esta ideología sirve también en bandeja de plata a las otras clases burguesas. Su filosofía, no es dialéctica sino metafísica, pues no nos presenta la relación entre la naturaleza y la sociedad en sus movimientos concatenados, ella no va a la totalidad de los movimientos en la naturaleza, sino al movimiento de los cuerpos físicos, y opera en base a la energía (luz) en su velocidad y ritmos, donde la relaciona solamente el ojo del físico.

Esta forma de captar el movimiento de los cuerpos e introducirlos a la sociedad, en la filosofía, es un reduccionismo que no puede captar las otras formas de movimiento natural y el social. Así, los conceptos o términos de la ciencia física priman sobre los conceptos sociales, y estos se mueven como imágenes, solamente desde el punto de vista del observador, que nos hace creer que la realidad se mueve, o que la produce el pensamiento. Haya de la Torre ordena el reloj de un universo desde su punto de vista de un observador, yo tiempo (Ich-zeit), que permite conducir a su filosofía a extremos y al solipsismo. Es decir, lo que se mueve, es el término y no la realidad, la palabra sin relación al objeto. Aquí, el tiempo se hace una forma de existencia del observador que le imprime los ritmos que el se desea, aislando totalmente a la realidad.

La realidad se mueve, sí, pero para ello, bajo un método del conocimiento filosófico adecuado a ella. Pero para dimensionar la realidad social e histórica, se necesita de un sistema de leyes y de categorías de la dialéctica que la reflejen adecuadamente. Sobre todo, que este sistema de leyes y categorías contenga a la realidad en su totalidad dentro de los diversos procesos históricos de su desarrollo, desde sus orígenes, dentro de las leyes de las contradicciones y de sus negaciones y superaciones cuantitativas y cualitativas.

El tiempo y el espacio, son formas de existencia de la materia, que como categoría filosófica existe independiente de la conciencia, y la de cualquier observador. Pues en el universo, lo que existe es la materia en movimiento ( la naturaleza, la sociedad), y todo lo que se mueve, se mueve en el espacio y el tiempo***

***Lenin, Tomo 14, pág. 171, Dietz Verlag, Berlin.
No cualquier método nos sirve para captar la realidad social, pero sí, un método científico y filosófico adecuado (Weltanschauung ) y que en éste contenga las leyes de la dialéctica. La realidad objetiva, el universo no es dependencia del hombre, el existe antes que el mismo hombre, y sus miles de millones de años de procesos evolutivos y de transformación, como sus huellas de su existencia, recientemente, los estamos descubriendo a través de los estudios de la estructura de los cuerpos, de las capas de tierra, los estadios sociales donde el hombre ha transitado, así como también el mundo de los microorganismos y de las galaxias en su expansión. Estas no son ideas ya dadas desde nuestro nacimiento, sino esos conocimientos están condicionados a nuestros instrumentos de trabajo, la técnica que usamos y la ciencia que hemos desarrollado, es decir, el instrumentario que hemos desarrollado nos ayuda a reflejarlo y conocerlo mejor.

Espacio y tiempo histórico, como pilares de la doctrina Haya de la Torre, no SUPERA a Hegel ni a Marx, pues su esquema es deduccionista y ahistórico, y este esquema nos presenta solamente la lucha entre los dos campos de la filosofía (el idealismo y el materialismo), que de un modo arbitrario usa la teoría de la relatividad de Einstein. Y con este eclecticismo no se puede negar la teoría marxista de la historia, que está ligada a las fuerzas revolucionarias del progreso y de la revolución social. La teoría de Haya de la Torre sirve para retrasar los procesos sociales en América Latina, y es parte de la doctrinas de las clases dominantes.

7.- La categoría central: conciencia histórica, de Haya de la Torre, esta desprendida del tiempo físico y llevada al campo filosófico. En su filosofía no hay una elaboración de un sistema de categorías determinadas o de una jerarquía que nos pueda llevar a conocer lo que determina y lo que es determinante.

Para ello, ver la Ideología Alemana, Marx Engels Werke, Band 3, donde los clásicos del marxismo dotaron a su filosofía de toda una serie de leyes y de categorías sociales a la historia para poder entender la dialéctica interna del desarrollo histórico social, y con ello, pudieron interpretar y superar la filosofía de Hegel.

Aquí, tampoco, hay una explicación para establecer la relación entre la materia y la conciencia y sus diferencias. Lo que se entiende por naturaleza y sociedad, o tesis como la evolución de la vida y del Hombre, en las cuales muchos ideólogos burgueses tienen problemas con las ciencias más modernas, sobre todo, en la confrontación entre la creencia y la ciencia.
Haya de la Torre, no establece el concepto de materia, y acaso, este concepto desaparece en su filosofía, o lo resume a espacio-tiempo, a pesar que este concepto, también lo usa la física moderna de Einstein. La perspectiva lógica de Haya de la Torre, no lo llevará a ver que la materia, es una realidad objetiva, que existe independiente de la conciencia, y que se mueve independiente de las ideas, y que esa realidad puede ser captada y reflejada por nuestras sensaciones.
Claro, para el observador las realidades temporales espaciales se medirán desde las coordenadas del observador. Y si hay dos observadores, se podrá relativizar esa realidad. Pues cada uno, desde su perspectiva, tendrá sus métodos matemáticos, y su propio compás para medirla.

8.- De acuerdo al creador de esta teoría, hay una marcada dialéctica subjetiva para imprimir el ritmo de toda observación solamente determinada por el tiempo subjetivo, YO-TIEMPO, que deberá determinar todas las relaciones. Este tiempo, impreso en el punto de vista del observador es el que determina la realidad y las relaciones temporales y espaciales. Ello nos conlleva al extremo del Yo-filosófico, a un solipsismo, cosa que en la propia filosofía es una forma extrema de idealismo. Cuando me deseo una cosa esta aparece, y cuando no, esa cosa no existe.

9.- Para Haya de la Torre se necesitará un determinismo geográfico para medir el espacio y tiempo histórico de América.
Su filosofía es un determinismo geográfico: Espacio-tiempo-conciencia histórica=Pueblo Continente. La categoría Pueblo-continente, está basada en este determinismo geográfico, con la cual él mismo explica, que cada territorio continental posee diversas características de conciencia.
El yo subjetivo observa diversos escenarios (espacios, geografías continentales), diversos espacios mentales que se concretizan, a veces, en los continentes y ellos tienen diversos tiempos-históricos. El yo-tiempo-subjetivo, a través de la óptica del observador, puede establecer sus coordenadas solamente, a pesar de la lejanía que estos continentes nos ofrecen.

10.- Él nos habla de los pueblos-luz, en sus conceptos sociales de pueblos más adelantados, y a ellos relaciona a los que tienen la industria y la técnica.
La luz es la medida que a través del ojo del observador establece la relación relativa de las medidas continentales. Por eso, la luz, es la medida para medir a los pueblos que marchan a la cabeza del progreso. De allí, resulta la medida también de los pueblos atrasados y adelantados: Pueblos que marchan a la velocidad de la luz y los que no marchan a esta velocidad, es decir a 3000 mil Klm. por segundo, ya que la luz es absoluta en su recorrido.

Con este artificio matemático, Haya de la Torre, también puede construir de varias formas esta relación y el impulso de los pueblos-continentes. Pero los físicos se hacen la pregunta, ¿con qué relación se mide la luz para conocer su velocidad? Supongamos que Haya de la Torre conocía la repuesta, y como buen alumno de Einstein nos dice: Con las leyes de la mecánica, que es la ley del movimiento de los cuerpos. Pero él también debería de saber, que la luz, es rápida, pero no tan rápida, ante el infinito, como nos dice el mismo Einstein.

Entonces, cómo medir verdaderamente el progreso social de los pueblos y hacer una comparación verdadera, si la luz es rápida, pero no tan rápida.
Sin duda, Haya de la Torre se halla ante varios dilemas. Y saca de la manga algo que el relativismo filosófico entrega a malabaristas: matematizar el movimiento social en su forma absoluta, ello nos obligará a hallar extremos en el pensamiento, pero podrán conducir algún tiempo la lógica de los procesos sociales, sobre todo, en los países que tienen estructuras como las nuestras, y nos darán siempre, a los Alanes Garcías.

Aquí hay varias alternativas: para explicarse sobre la velocidad de la luz, hay que relacionarla con las leyes de la mecánica. Él podría explicarnos: Pueblos luz, los pueblos que van más adelante, y los otros, van a la velocidad de las leyes de la mecánica, en su movimiento. También puede decirnos: Pueblos-sin-luz? Pero esa palabra seguramente no le gusta, y el malabarista elige otra:

Nos dice: El capitalismo industrial nos ha sacado un cuerpo (varios cuerpos) de ventaja y están en su última etapa, nosotros en la primera. Aquí Haya está como un chiquillo saltando al mundo en su juego a la rayuela. Pero aún dando esta respuesta, no todo es adecuado ni tan elástico en sus resultados. Cómo podría explicar, con este eclecticismo, a los políticos que no son de pecho, que los pueblos-luz, (industriales), son Pueblos-Luz, si ellos se han desarrollado y se desarrollan aún bajo las leyes de la mecánica y de la técnica (sobre todo en la época de Haya de la Torre), ya diferente a la actual. Es decir, la época del capitalismo monopólico industrial.

Segundo, la luz es rápida, pero no tan rápida ante el infinito. ¿Cómo podría establecer, entonces, Haya de la Torre esa relación entre los continentes: La Luz y el infinito?
¿Utilizaría la paradoja de Zenón de Elea?, donde la Tortuga, a pesar de ser lenta gana al mejor corredor (un Chasqui), cuando se le da un chance en una carrera hacia una meta. Y siempre ganará desde la partida y la carrera hasta el final, pues Haya de la Torre nos dirá que, como el espacio tiene muchos puntos, cuando nuestro Chasqui halla alcanzado un punto, la tortura estará en otro punto, y así se prolongará la historia en el infinito de sus matemáticas.
Haya de la Torre hace un esquema matemático de la historia, la simplifica, al no poder comprender que la historia se mueve a base de otras leyes del desarrollo social, y que ya Hegel, en forma idealista, nos ha entregado todo un instrumentario de leyes y de categorías sociales para conocerla. Además, el marxismo ha sentado las bases materialistas de las leyes de esa historia y del desarrollo social, y entiende ese movimiento social como un proceso sujeto a leyes. Con ello, podemos analizar las diferentes etapas históricas del desarrollo de los pueblos, establecer sus semejanzas, sus diferencias y sus antagonismos.

11.- En la filosofía de Haya de Torre hay una confusión entre lo que es la teoría de la relatividad y el relativismo filosófico. La filosofía de Espacio y Tiempo Histórico, es una variante del relativismo histórico, una teoría ahistórica, que surge de la necesidad de las clases pequeñoburguesas de relativizar todos los aspectos de la historia y de la sociedad. Ellas para su desarrollo necesitan de un pluralismo ideológico, de una convergencia para poder lograr sus metas políticas. Pues en la época que rigen los monopolios, existe la concurrencia de las clases que se descomponen y que pungan por determinar la economía y la política, luego que se dan cuenta de estos hechos, que como clases sociales están siendo eliminadas por la competencia de los mismos monopolios, tienen que valerse, dando una respuesta frente a esta competencia, y desarrollar una ideología ya salida desde las épocas antiguas o modernas, y recurrir a un historicismo, como una variante de su lucha.

12.- La teoría se verifica en la praxis, y es el espejo de una realidad, la teoría es el río repetitivo en la dialéctica en regresión de la historia peruana, y ella reflejará los resultados de esta filosofía de Haya de la Torre. Pues este mismo río regresivo, nos trae la evolución de lo que ha sido esa teoría vertida en el río de la realidad desde hace centurias.
La cuestión formulada por Marx, en su segunda tesis sobre Feuerbach, de que si la mente humana puede producir la verdad, no es una cuestión solamente de la teoría sino una cuestión de la práctica social. En la práctica debe de comprobarse la verdad (In der Praxis muss der Mensch die Wahrheit beweisen).

Hay que formular que, para nuestros países, el antimperialismo consecuente sigue siendo un mensaje verdadero en la lucha por la Soberanía, y la Integración de nuestros países de nuestra América Latina. Ese antimperialismo es una bandera que viene siendo escrita por ideales desde Túpac Amaru, Augusto Sandino, Emiliano Zapata, Simón Bolívar, José Martí, y José Carlos Mariátegui, entre otros.

Conclusiones:
Nuestros designios, como países de grandes riquezas naturales, culturales, así como de una asombrosa geografía son de Hermandad y no de Dependencia frente a los Estados imperialistas. Nuestra lucha es la lucha por un Mercado Comun Económico (ALBA) ya fuera del determinismo económico de las potencias, también es por la continuidad de un Fondo de finanzas comunes de todos nuestros pueblos para fortalecer nuestra economía y nuestra educación y cultura; también por la continuidad de un proceso de industrialización y de intercambio, pero dentro de las reglas de la ecología moderna, de ayuda y colaboración mutua para salir del subdesarrollo; también de cooperación para un entendimiento de la división social del trabajo humano. Una lucha también por la hegemonía de la propiedad del Estado sobre los bienes y nuestras riquezas, y la búsqueda de la Participación política de todas las fuerzas antimperialistas para iniciar un proceso de cambios verdaderos.



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José Pablo Quevedo es doctor en Filosofía, egresado de la Universidad Humboldt de Berlín. Escritor, Poeta y Crítico de Arte y Literatura, sus obras literarias están traducidas en seis idiomas, y sus ensayos literarios y filosóficos figuran en diversas revistas de América Latina; también en España, Alemania, Francia y Suecia, entre otros países, en Europa.
El autor es Presidente de la Casa del Poeta Peruano en Alemania, es Embajador de Poetas del Mundo, Representante de la Revista abrace en Uruguay, de Mammalia en el Perú. Es además el organizador de la Cita de la Poesía Berlín-Latinoamérica, y fundador de Sismo Poético Resistente (MeloPoeFant) en Alemania.

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