Antes de la tercera visita a Alemania, que efectuara el pintor peruano Eladio RUIZ CERNA (Santiago de Chuco, *1922) allá por el año 1996, había yo escrito en uno de los primeros números de la revista literaria bilingüe "La Pirámide Invertida / Die verkehrte Pyramide“ acerca de este notable y conocido pintor peruano: "A don Eladio Ruiz, auténtico santiaguino y cóndor de vuelos continentales, tendremos nosotros nuevamente por Berlín, y con su obra auténticamente peruana, las galerías respirarán nuevamente el aroma de las flores andinas, pues en sus óleos vendrá nuevamente todo el color genuino de los Andes. Y esta hazaña irá despertando la nueva admiración de los amantes de ese realismo indigenista de este controvertido artista peruano“.
En octubre del año 1988 expuso él por primera con otros pintores indigenistas peruanos, en el marco de la Exposición “PERU 88", en la Galería Weidendamm de Berlín, cuyas salas estaban ubicadas frente al río Spree. Lamentablemente esta Galería dejó de existir a pocos años de ocurrida la Reunificación alemana; y similar destino han tenido otras instituciones y asociaciones vinculadas al trabajo cultural y con extranjeros residentes en esta ciudad. En ese mismo año conoció Eladio RUIZ CERNA al Latinoamericanista alemán y crítico literario Prof. Dr. Hans-Otto DILL, por aquel entonces Decano de la Facultad de Romanística (o Románicas, como se conoce en España) en la prestigiosa Universidad Humboldt. Nosotros latinoamericanos residentes en el Berlín-Oriental estábamos familiarizados con el nombre y la obra del profesor DILL, internacionalmente reconocido por sus trabajos sobre los mexicanos Juan RULFO (1918-1986) y Carlos FUENTES (*1928), sobre los cubanos José MARTI (1853-1895), Alejo CARPENTIER (1904-1980) y Nicolás GUILLEN (1902-1989), sobre el peruano César VALLEJO (1892-1938) y sobre el chileno Pablo NERUDA (1904-1973).
Eladio RUIZ CERNA aprovechó al máximo de su estadía en Berlín. En esta ciudad participó él en muchas conversaciones sobre arte y pintura contemporáneos, en general; y sobre el Indigenismo peruano en su pintura, en particular. Al mismo tiempo ofreció don Eladio RUIZ CERNA entrevistas a periódicos de la República Democrática Alemana, RDA, muy interesados por sus cuadros y por su estética indoamericana. Hay muchas reseñas y fotos sobre la obra de este artista de Santiago de Chuco en diversos diarios de la prensa de Berlín-Oriental.
Una vez recuerdo yo que di un paseo con el pintor por varias calles berlinesas por la amplia y muy concurrida Schönhauser Allee (Alameda de Schönhausen) en Berlín-Oriental. Nuestra caminata nos condujo hasta el barrio de Prenzlauer Berg (Cerro de Prenzlau) , y en una de sus esquinas, cerca de la estación del Metro o tren subterráneo, nos detuvimos ante un gran afiche que anunciaba la exposición „PERU ’89 “, el cual se hallaba en la parte superior de una Liftsäule (columna de anuncios y de publicidad). Yo saqué algunas fotografías por especial encargo del pintor. Posteriormente proseguimos nosotros con la búsqueda de los rincones más pintorescos y atractivos de este barrio. Al mediodía, y ya cansados de caminar, robustecimos a nuestro cuerpo y animamos a nuestro espíritu con la energía espumante de cervezas berlinesas. Don Eladio me relató una serie de anécdotas que tienen que ver con el norte de la Sierra Peruana y de las tradiciones que hay en Santiago de Chuco, en su lugar de nacimiento. Don Eladio me habló de sus paisanos, de los cerros y campiñas de estos históricos lugares. También me contó algunas historias que tienen que ver con él mismo y con su viaje hacia Lima, antes y después de sus estudios de pintura, así como durante su época de estudiante en la Escuela Nacional de Bellas Artes, ENBA, en Lima. Y al abordar al tema pintura en la ENBA, me recordó don Eladio al rol y al significado del pintor cajamarquino José SABOGAL (1888-1956), creador del Indigenismo en arte y pintura y uno de los forjadores de la conciencia nacional.
Años después, y ya en su casa de Trujillo, pude comprobar su admiración y cuasi reverencia por SABOGAL y por otros representantes del Indigenismo, al ver cuadros y objetos salidos de la imaginería artesanal y de la orfebrería indígeno-popular. Los cuadros que cuelgan de las paredes de su casa sirven como marco referencial para las tertulias literarias y pictóricas, durante las cuales se recorre a pie o a lomo de asno sobre la historia patria y se hace recuento de los hombres y mujeres que han luchado por la liberación social, económica y cultural y, de ese modo, han echado las bases de la conciencia nacional y de la peruanidad; esto es, de TÚPAC AMARU (1741-1781) y de Micaela BASTIDAS (1745-1781), de Mariano MELGAR (1791-1815), de María PARADO de BELLIDO (1777 -1822) y Clorinda MATTO de TURNER (1854-1909), de Ciro ALEGRÍA (1909-1967) y José María ARGUEDAS (1911-1969), de César VALLEJO y José Carlos MARIATEGUI (1894-1930), de Pancho FIERRO (1803-1879), de José SABOGAL, de Camilo BLAS (1903-? ) y Julia CODESIDO (1892 -1979), de Javier HERAUD (1942-1963 ), de Luis de la PUENTE UCEDA (? -1965) y de Guillermo LOBATÓN MILLA (? -1966).
Raúl Gálvez Cuéllar, Eladio Ruiz Cerna. José Pablo Quevedo |
Don Eladio RUIZ CERNA me dijo una vez que él no era ajeno al drama que vivían nuestros pueblos y que su emoción social y su credo artístico lo habían llevado a tomar partido por el Pueblo y sus intereses. Eladio RUIZ CERNA me habló que proyectaba rendir un homenaje póstumo con sus pinceles a estos próceres de la independencia, a los literatos y artistas plásticos de la cultura nacional y a los caídos o ex-combatientes de la acción revolucionaria por más democracia, justicia y libertad. En una reciente visita que le hicimos con el filósofo y poeta Raúl Gálvez Cuéllar, a la ciudad de Trujillo, pudimos ver un hermoso cuadro de pintura del guerrillero peruano, Luis de la Puente Uceda.
Con su modo ser y con el humor proveniente de su raigambre serrana y santiaguina, oí a este pintor peruano muchas veces criticar a los malos gobernantes, a los políticos insensibles y a los militares corruptos, que deciden los destinos del Perú. Yo le oí también burlarse de la gente mediocre y plagiadora de los bienes que no les corresponden, y cuya aptitud, según sus criterios, "nada tiene que ver , ni con nuestra geografía o nuestra idiosincracia“. Y nos extendíamos hablando sobre los plagiadores y los copiadores de la literatura y del arte en la época de la Colonia y de la República en el Perú, en donde aún se mantienen o se continúan, hasta en nuestros días, estos larvados intentos. Y los dos, valorando a todo este proceso histórico-cultural de nuestra América, teníamos más de un elogio para el Inca Garcilaso de la VEGA (1539-1616), Felipe Guamán POMA de AYALA (1550-1615), para los Maestros del Indigenismo Peruano en pintura y en literatura y también para los grandes muralistas mexicanos Diego María RIVERA (1886-1957), José Clemente OROZCO (1883-1949) y José David ALFARO SIQUEIROS (1896-1974). Y durante nuestros paseos y excursiones por ciudades alemanas, durante los cuales nos acompañaron mi esposa Bárbara y mis hijos Claudia y Pablo, también oí a don Eladio recitar con mucha ternura algunos poemas de nuestro vate nacional César VALLEJO. La gran emoción de don Eladio se dejó notar con la declamación de “El barquito perdido” y de “Los Heraldos Negros” , de “Aldeana”, “Idilio muerto” y de “Los dados eternos”.
Un día de octubre de 1998, cuando un grupo de amigos y de admiradores habíamos organizado un homenaje y ágape a Eladio RUIZ CERNA en un restaurante latinoamericano de Prenzlauer Berg, cerca de un parque que lleva el nombre de la escultora y artista gráfica alemana Käthe KOLLWITZ (1867-1945), se nos extravió el Maestro por la gran Metrópoli Berlín. Por desconocimiento se bajó él en un paradero después de la Alexanderplatz (Plaza de Alejandro), inmortalizada ésta en la novela “Berlin, Alexander Platz” (1929) del alemán Alfred DÖBLIN (1878-1957) y que es tanto una acertada recreación estética de la lengua alemana en su versión del sociolecto berlinés, cuanto una sabrosa y humorística historia de los turbulentos años veinte. Don Eladio, sin tener tal vez presente a ese humor de Alfred DÖBLIN, nos contaría mucho más tarde, con la típica enjundia y picardía limeñas, de cómo anduvo él casi una hora ciertamente perdido por la gran ciudad, pero no menos curioso e interesado por la arquitectura berlinesa, por la variopinta gente que recorre sus calles y habita en sus caserones y por el trajín cotidiano de nativos y foráneos. Don Eladio pues gozó de la Alexander Platz y de sus alrededores, mientras nosotros estábamos muy preocupados por su paradero. La traductora y guía que lo aguardaba en el lugar convenido, después de esperar un tiempo prudencial, vino al restaurante para informarnos inquietamente que don Eladio no se había apersonado. Lógicamente hubo desconcierto entre los asistentes y sobre todo se notó la preocupación del Secretario de Cultura de la Embajada Peruana en Berlín, de José ZAPATA, quien había cursado las invitaciones con antelación. Algunos llamaron espontáneamente por teléfono a la residencia en el barrio berlinés de Wartenberg, donde se hospedaba don Eladio, y en la creencia que quizás él decidió permanecer en su cuarto por haberse sentido anímicamente indispuesto o físicamente mal. José ZAPATA y algunos amigos viajaron en auto hasta el distrito de Wartenberg y allí se encontró al Maestro, risueño y recostado sobre su cama, y que explicara su “desaparición” con las frases: "Yo me pasé de paradero con el metro, y caracho, ya no supe cómo volver al lugar convenido. Y cuando me decidí regresar a la Alexanderplaz; es decir al punto de encuentro, la guía se había ido. Bueno, ello son cosas de la vida. Esto puede suceder a cualquiera, hasta al más experto” . Don Eladio fue traído por José ZAPATA y por los otros al restaurante, en el cual otras personas aguardaban impacientes. Después sabríamos nosotros, por el mismo don Eladio, que él con frecuencia se extraviaba porque, en el mejor de los casos, se dejaba llevar por lo nuevo y pintoresco de la ciudad que visitaba o, en el peor de los casos, se quedaba dormido dentro del medio de transporte, sea éste ómnibus, metro o tren urbano.
LAS QUIYAYAS Santiago de Chuco |
En la Escuela de Bellas Artes de Lima, ENBA, había oído hablar don Eladio RUIZ CERNA de los maestros impresionistas franceses tales como Paul CEZANNE (1839-1906), Paul GAUGUIN (1848-1903), Pierre BONNARD (1867-1947), Henri MATISSE (1869-1954), del holandés Vincent van GOGH (1813-1890) y de los alemanes Ernst Ludwig KIRCHNER (1880-1938) y Erich HECKEL (1883 -1970), miembros de la Comunidad Artística denominada “Die Brücke” (“El Puente”) fundada en la ciudad de Dresden (Estado Federado de Sachsen / Sajonia) en 1905 y a la que pertenecieran también los pintores Karl SCHMIDT-ROTTLUFF (1884-1976) y Fritz BLEYL (1880-1966). La estadía en Francia y en Alemania, aunque corta, permitió al pintor indigenista peruano Eladio RUIZ CERNA conocer en parte a los paisajes y a las escenas de la vida cotidiana que habían hallado representación pictórica en muchos cuadros de estos artistas. Y de paso por esos lugares o en su recorrido por los Museos de Arte pictórico en Paris, Berlín y Dresden, supo don Eladio aprovechar al máximo esta brillante oportunidad de apreciar en situ a los frescos de los grandes Maestros a quienes él ya conocía desde el Perú mediante los libros sobre Historia del Arte, de Manuales de Pintura o de Slides , de los Catálogos de Galerías, Museos y Pinacotecas. La perfección plástica, el trabajo con el cuerpo humano y lo figurativo , las experimentaciones geométricas y cromáticas , los contrastes de luz y sombra, las tensiones del dinamismo, la armonía del movimiento, de la serenidad y del reposo. Don Eladio, recurriendo a los lápices de carbón o a los de crayola, elaboró bosquejos y configuró proyectos de óleos y acuarelas. Muchas de esas impresiones vueltas trazo, líneas y color, conservo yo orgulloso en mi casa de Bernau, a las afueras de Berlín, entre mis mates burilados de Huancayo, entre algunos retablos de Huamanga, entre el chumpi y la manta del Cuzco, entre las flechas, collares, arcos y sonajas de los indígenas de la Amazonía.
También durante su primera visita a Berlín, a la capital de la República Democrática Alemana, RDA (Deutsche Demokratische Republik, DDR), le cursaron invitaciones nuevos conocidos y amigos, y con ellos emprendió nuevos viajes al interior de Alemania. A este respecto recuerdo yo que la escritora Renate APITZ (participante en la Jornada Internacional de Escritores en la ciudad de Trujillo-Perú, en septiembre de 1994), invitó a don Eladio para conocer la ciudad de Potsdam, al sur-oeste de Berlín y actual capital del Estado Federado de Brandenburgo. Con Renate y con su esposo viajamos don Eladio y yo con el tren urbano hasta esa ciudad histórica, en la cual fuera firmada la capitulación del Tercer Imperio (Drittes Reich) y significara a la vez la derrota definitiva de Adolf HITLER (1889-1945) y de su Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores, PNSAT (Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, NSDAP). En Potsdam visitó don Eladio RUIZ CERNA al Castilllo y a los jardines de Sanssouci, construído por orden del Emperador Friedrich der Große (Federico el Grande) entre 1745 y 1747, cuyo modelo fuera el Castillo francés de Versailles. En esta histórica ciudad pudo acudir don Eladio RUIZ CERNA a la mansión, en la cual residieron y negociaron, con lo que quedaba del Gobierno y ejército nazis, los Jefes de Gobierno de los Estados Unidos de América, Franklin Delano ROOSEVELT (1882-1945), de Inglaterra Winston Leonard Spencer CHURCHILL (1874 - 1965) y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, Jossif Wissarionowitsch DSCHUGASCHWILI (1879-1953), más conocido como Stalin.
Otro fin de semana fue invitado don Eladio nuevamente por la escritora Renate APITZ para pasar un día en su "Rancho“, en las afueras de Berlín y a orillas del lago más grande de Berlín, del Lago Müggel (Müggelsee) en Köpenick. Después de la comida nos llevó la escritora por los canales del lago y nos guió hasta el bote que ella tenía y que le servía para internarse aguas arriba y aguas adentro. Cuando nosotros estábamos a la orilla de acceso hacia los botes, y sin saber acerca de lo profundo del paraje acuático, intentó don Eladio RUIZ CERNA subir al bote, pero con tan mala suerte que dio un traspié y se cayó, menos mal, sobre el interior. Ello nos causó una cierta gracia por lo repentino y quizás humorístico del percance. El susto le fue tan grande que don Eladio comentó durante el paseo que pudo caer al agua y ahogarse. Su angustia y su temor por el susto tenido se manifestó en su permanente y tenso asirse al bote y a sus maderos. Don Eladio llegó incluso a decir: “¡A dónde me llevan ustedes para quizás morir lejos de mi tierra!”. En su inquietud nos reveló don Eladio que él no sabía nadar. Yo traduje a Renate APITZ las palabras de nuestro huésped y a lo que ella comentó. “¡ Si Eladio se hubiera caído al agua, yo lo hubiera sacado de los pelos. Ningún indio viene a Berlín para morir en las aguas de uno de sus tantos lagos: ¡Para eso yo he aprendido a nadar desde niña!”.
En Köpenick, en otro distrito berlinés rodeado de lagos y canales, nos detuvimos muchas veces, pues el Maestro Eladio RUIZ CERNA quería hacer algunos bosquejos, quería tomar muchas fotografías de los parques, jardines y huertas, de botes y barcos, de los caserones aristocráticos y de toda la vieja y romántica arquitectura que dejaran los otrora comerciantes, artesanos y pescadores. Esta atmósfera, esta parte de la realidad alemana, había llamado profundamente la atención del pintor peruano. El joven poeta berlinés Michael SCHNEIDER radicado en esta localidad, que ha participado en una de las Citas de la Poesía Berlín-Latinoamérica que cada año, durante la Primavera europea (Abril, Mayo y Junio), organiza el Grupo Literario “Melopoefant”, escribió en su libro “Vorstadt. Köpenicker Gedichte.” (“Suburbio. Poemas de Köpenick”) de 1996-97: “Dächer mit den Blättern des Herbstes gedeckt./ Plätze, die sich nach Winter sehnen./ Luft, die nach Sommer schmeckt./ Brücken, die sich wie Frühling auflehnen.” ( “Techos cubiertos por las hojas de Otoño./ Plazas que añoran al Invierno./ Aire que sabe a Verano./ Puentes que se apoyan sobre la Primavera”. Traducción del poeta peruano Victor BUENO ROMAN; Lima, *1949). De su parte exclamaría don Eladio: "¡Esto es realismo!, ¡Esto es la realidad y hay tanto para pintar, que no hay tiempo para hacer algo abstracto!“ . Paisajes lacustres como Köpenick, paisajes de castillos y estanques, de establos y graneros, de abetos, pinos y sauces , motivaron más de un cuadro a los reconocidos artistas como el alemán Caspar David FRIEDRICH (1774-1840), a los ingleses Joseph Mallord William TURNER (1775-1851) y John CONSTABLE (1776-183), y al francés Eugène BOUDIN (1824-1898), entre otros.
En Köpenick reside la crítica e historiadora de arte Dietlinde SCHIRMACHER, a quien visitaran don Eladio y posteriormente el escritor y pedagogo peruano Wellington CASTILLO que estuvo de profesor visitante en la Universidad Humboldt en la Facultad de Pedagogía y Ciencias de la Educación. Aquí contó Dietlinde SCHIRMACHER a Eladio RUIZ, cómo ella descubrió para sí a la pintura de José SABOGAL y de otros indigenistas. Esa fascinación por lo indígena en la pintura peruana y latinoamericana supieron expresar Dietlinde SCHIRMACHER y su amiga la pintora Dagmar MÜLLER en conversaciones privadas y en conferencias en Berlín y la señora Gertrud NEUBAUER, en la ciudad de Rostock, a orillas del Mar Báltico en el norte de Alemania.
Una segunda visita a Berlín efectuó don Eladio RUIZ CERNA con motivo del Primer Centenario del Nacimiento del poeta peruano César VALLEJO (1892-1992). Y una vez más nos trae el artista sus cuadros con los cielos añiles y violetas de su ciudad natal Santiago de Chuco, con la grandeza de los cerros o Wamanis que nos hablan del tiempo, de la lluvia y del rayo-relámpago y del Dios Cataquilla. Y el reencuentro con sus óleos es para mí una reconfortante incursión en los paisajes de retamas y de cantutas, de eucaliptos, de molles y algarrobos, de ichu y cactus; en pocas palabras, un reencuentro con la cotidianeidad del Hombre andino. Y aquí vuelven a mi memoria el lenguaje; las imágenes y la poética de un César VALLEJO, de un Mario FLORIAN (1917-?) y de un José María ARGUEDAS . Para un espectador peruano, o tal vez latinoamericano conocedor del derrotero histórico andino, significan los cuadros de don Eladio una inmersión en lo profundo y denso de la Peruanidad.
Días antes de la inauguración de la segunda exposición pictórica de Eladio RUIZ CERNA en Berlín, y primera muestra personal, le fue presentado el Grupo „Trilce“ que había sido fundado, a fines del año de 1991, por el Profesor Dr. Hans-Otto DILL y por quien escribe estas líneas. Anteriormente había conocido Eladio RUIZ CERNA a dos escritores latinoamericanos residentes en París y de paso por Berlín: Al peruano Jorge TAFUR y al chileno Oscar QUINTANILLA.
Los cuadros de Eladio RUIZ CERNA fueron expuestos en el „Foyer“ (Corredor) de la Universidad Humboldt, en una de cuyas paredes se puede leer unas frases de Karl Heinrich MARX (1818-1883) tomadas de su décimoprimera Tesis sobre Ludwig Andreas FEUERBACH (1804-1872): ”Die Philosophen haben die Welt nur verschieden interpretiert; es kommt drauf an, sie zu verändern”. (“Lo que han hecho los filósofos es interpretar al mundo de diferente manera. De lo que se trata hoy en día es de transformarlo”). Aquí en este Foyer, y bajo las sabias palabras de MARX, conoció Eladio RUIZ CERNA a los estudiantes Thomas HERTWIG, Inés WILKE, Héctor WITTWER , y posteriormente a Ciro ALEGRIA, al hijo del famoso novelista peruano Ciro ALEGRÍA. Thomas HERTWIG e Inés WILKE nos acompañaron en el viaje hacia París, en donde cumplimos con el obligado peregrinaje de todo peruano residente o de paso por la Ciudad Luz; esto es, de visitar a la tumba de César VALLEJO en el cementerio de Montmartre, en el cual reposan, entre otros conocidos artistas y escritores, Víctor Marie HUGO (1802-1885) y Charles BAUDELAIRE (1821-1867).
En Paris fuimos seis las personas que con Eladio RUIZ CERNA llegamos al viejo y legendario Cementerio de Montmartre: Thomas HERTWIG, Oscar QUINTANILLA y su esposa Françoise, Ines WILKE y Jorge TAFUR. Para llegar hasta la tumba de César VALLEJO no es ello fácil, pues hasta los amigos latinoamericanos residentes en París se han perdido por las diferentes “callecitas” y senderos, por los cuales se hallan las tumbas distribuidas al ras del suelo. Dar con la plancha de granito, dar con la “piedra blanca sobre piedra negra” del más inmortal vate peruano, nos costó mucho trabajo durante una fría mañana del Otoño europeo (Octubre). Y ya reunidos ante la tumba del Hijo predilecto de Santiago de Chuco, rendimos nosotros nuestro homenaje leyendo sus poemas y vertiendo palabras de afecto por su obra y por su acción de apoyo solidario al Gobierno y al ejército de la República Española durante la Guerra Civil (1936-1939) contra las Fuerzas Falangistas y Fascistas del General Francisco FRANCO BAHAMONDE (1892-1975).
Con viva emoción nos leyó don Eladio los poemas vallejianos “Aldeana”, "Masa“, "Los Heraldos Negros“, “España aparta de mí este cáliz”. La visita a nuestro hermano, “al cholo VALLEJO”, fue coronada con vino tinto y queso franceses, así como con la famosa barra de pan baguette. Thomas HERTWIG tomó algunas fotos que yo aún conservo, y que serán donadas, en su debida oportunidad, a la „Casa-Museo César Vallejo en Santiago de Chuco“. Y sobre una de las tantas fotos de aquel viaje a París, hay una donde me hallo con Eladio RUIZ (11). La expresión de Eladio es muy hermosa, ella condensa al tiempo secular de una memoria histórica y milenaria, que aún sostiene al legado invencible de una tradición de puertas abiertas a la Vida, a la Humanidad y a la Justicia. Fundamento vital de todo ello es la resistencia a lo fugaz y postizo del mundo moderno. Y por eso es ese perfil de Luz y de Sombra, tan resistente y dúctil como las piedras y las moles de Saksay Waman (Sachsayhuamán) o de Ullantay Tampu (Ollantaytambo) en el Cuzco, en la antigua capital del Imperio del Tawantinsuyu.
José Pablo QUEVEDO
Embajador de Poetas del Mundo
en Alemania
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Notas:
1) El presente artículo tiene como base a los apuntes que yo conservaba sobre las conversaciones con este pintor peruano. Un breve texto apareció en alemán en la traducción de Thomas HERTWIG: „Das Ursprüngliche in der Malerei von Eladio Ruiz (“Die mühlen der Erinnerung IV”), publicado en el libro „ Das Thema ist nur ein Vorwand, um zu malen“. Edition „Trilce Gesellschaft” e.V., Berlín, 1996, pág. 61. Igualmente en “La pirámide Invertida / Die verkehrte Pyramide”. Berlín, N° 5, 1996.
2) "Das Ursprüngliche in der Malerei von Eladio Ruiz“; en: „ Das thema ist nur ein Vorwand, um zu malen“, Editionen „Trilce Gesellschaft” e.V. Berlín, 1996, pág. 61.
3) Manolo PALACIOS: “ Testimonios: Un pintor y un poeta en Berlín , Berlín 1999.
4) José Pablo QUEVEDO: “Apuntes sobre el Centenario del Nacimiento de César Vallejo, Berlín 1992”. El poema de César Vallejo ‘El barquito perdido’, fue recitado por Eladio RUIZ CERNA en la Aula Magna de la Universidad Humboldt, el día 23 de octubre, ante diversas personalidades de la literatura que se habían dado cita para la mesa redonda intitulada „El mensaje universal de Vallejo y el drama humano del hombre actual“.
5) Dietlinde SCHIRMACHER: “Encuentro con Sabogal”. Diario “La Industria”, Trujillo-Perú.
6) Afiche: “César VALLEJO. Zentenarium, Humboldt –Universität zu Berlin, 16.3.-23.3.92
7) Ver mi carta (redactada en alemán) remitida al Rector de la Universidad Humboldt, Prof. Dr. Henrich FINK, el día 12.12. 1991, dándole información sobre la Fundación del Grupo „Trilce“ y pidiéndole el apoyo para la Celebración y el Homenaje por el Centenario del Nacimiento del poeta César VALLEJO. Ver también el manifiesto y los programas publicados durante esa fecha con motivo del Homenaje al Centenario. Ver también la correspondencia entre el Dr. José Pablo QUEVEDO con el pintor Eladio RUIZ CERNA y el periodista Hermes TORRES, así como la correspondencia con la Universidad Humboldt, en la persona de Barbara RÖBE, Asistente del Rector. Ver también los periódicos de la Universidad Humboldt: „Ehrung des peruanischen Dichters César Vallejo“ . Fotos de Hans-Otto DILL, Eladio RUIZ CERNA, Gerda STECHER y José Pablo QUEVEDO, Humboldt Universität, 12. und 13. 1991/92. Una breve reseña sobre este acontecimiento se puede ver en la Crónica de viaje de Eladio RUIZ CERNA: „La celebración del Nacimiento de César Vallejo en Berlín”. Santiago de Chuco, 1993.
8) Ver: Eladio RUIZ CERNA: "La celebración del Centenario del Nacimiento de César Vallejo en Berlín”. Santiago de Chuco, 1993.
9) Dietlinde SCHIRMACHER: “Begegnung / Encuentro. ‘Das Thema ist nur ein Vorwand, um zu malen’ / El motivo es sólo un pretesto para pintar”, Ediciones „Trilce Gesellschaft”, e.V. , Berlin, 1996.
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