El Premio Nobel
Os habesís equivicado señores de las Academias,
y siempre os equivocareís,
pues, cómo calificar a los cien mil poetas DEL MUNDO,
a quienes con la mano derecha ignoras.
Europa es la perla, Europa es el paraíso
de vuestra emoción,
y ante ella y ante los poderosos os arrodillaís,
y malabares y proezas con los premios haceís.
Pero no sabeís que la verdadera poesía
está en la vena de bravura de la América Latina.
Qué sabeís de los poetas que sin cadenas caminan,
y marchan con la frente con el sol,
y que con sus cantos, abren heridas al rapáz alcón.
Sabeís más de poetas pegados a ministerios
hechos de la baba de sí mismos,
sabeís de la obediencia y la sumisión
pero no de la palabra que lucha con garra de león.
Profesores de la obediencia, qué habeís leído?
Qué sabeís de la Vida? Qué sabeís de la creación?
Sólo para algas corruptas es vuestro sentido,
y al capital servil donas vuestra esclavitud.
Os habeís equivocado señores de las Academias,
y cuesta decirlo, la falla es falla, y es una confusión.
Poetas, hay en América Latina, allí arde la voz,
cae el mundo de la injusticia y la opresión,
y se vienen la revolución con las olas encendidas,
y palpitante está el corazón.
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