MEDITACIONES sobre EXTENSIÓN

Oswaldo Roses (Repiso Moyano); Extensión

Se sabe que los soles tienen diferentes caídas como diferentes horarios tiene el mundo, como diferentes son sus continentes, y el mapa de la sensibilidad, es diferente también dentro de las formas de percibir o reflexionar sobre el universo, sobre lo cotidiano, y sobre lo que nos deseamos. También sobre un determinado objeto se puede hacer una reflexión, y allí cabe el mundo si lo sabemos ver y acondicionar en todas sus dimensiones. El mundo de la poesía también tiene sus puertas y sus ventanas en el mundo de lo sensitivo, de lo receptivo, de lo creativo y recreativo. Y dentro de las repeticiones y regresiones de la realidad también serán diferentes las formas de ver ese mundo, siempre cambiante.

Y la poesía en este tiempo de la comunicación Global, tiene miles de ventanas como archivos tiene un programa de internet.

Estas ventanas, que se abren, de lo ajeno y de lo muestro, son como polos magnéticos que se atraen y se repulsan en un mundo Global, pero también por nuestras ventanas asciende lo que se CREA y se REPRODUCE con la palabra, el magma vital que sale como la lava permanente para la Literatura o el Arte. De esos dos polos continuos de la realidad, que continuamente están en lucha, salen las semillas para lo nuevo, lo ETERNAMENTE VERDE en el camino de la poesía, y en su métodos grises de trasformación como lo expresaba Goethe. Unos poetas logran las cosas de una manera, y otros, de otra forma. La Poesía es materia y espíritu regresivo en el constante río variado de la vida que sale del caudal de la imaginación receptiva.

En la misma España, de este breve tiempo histórico, con cambios hechos desde la política del Mercado Común Europeo desde las mutaciones de pieles de los diversos partidos políticos, del crecimiento de la estructura económica, de los problemas del nacionalismo e intentos separatistas, de grandes migraciones de ciudadanos tercermundistas, de la bonanza del turismo con sol y la creación de nuevos balnearios de verano, de las rivalidades por la escasez del agua en algunas regiones, de la venta y especulación de terrenos para urbanización, de prostitución y mafias que crecen tanto de empresarios inescrupulosos así como de desclasados sociales venidos desde los países de la Europa Oriental, y recientemente de agitaciones y movilizaciones del sector momificado de la Iglesia católica, con mentalidad franquista y savia de oligarquía pasada, que predica el no aborto, esta España, es reflejada de diferentes ángulos por sus intelectuales, y por el ojo de los escritores emigrantes.

He visto, como por el ojo de una aguja pasa la acción escritural de la poesía, en la percepción de jóvenes poetas españoles en su variada temática, y que va desde lo ya infinitamente repetitivo de su tradición o procesada también a la manera creadora y de peculiar del estilo que fomenta el gozo estético y la reflexión.

El instrumentario puede partir desde sus propios sentidos que recepcionan y forman el mundo poético o el mundo como lo quiere Oswaldo Roses, poeta español que ha escritos otros libros de poesías, y otros trabajos de ensayos breves. Él desea un mundo mejor para la Humanidad y trata en su libro Extensión el tema de la delicadeza.

Recojo a vuelo receptivo, las impresiones del quehacer literario de Oswaldo Roses en este libro, tan diferente, frente a los motivos que sugieren otros poetas contemporáneos. Oswaldo Roses, no refleja este polo extremadamente contradictorio y activo agitatorio de nuestros días de su España ni del Globo, sino que su poesía tiene otros objetivos.

Extensión, el libro de Oswaldo Roses, va a la sensibilidad, a lo legible, a lo que registra la relación del poeta con su mundo, lo que se desea y se desea para nosotros, pero también, con el hombre y la naturaleza. Sus poemas van al origen, al amor, plantean una armonía del hombre hacia la conquista de una delicadeza global. Tal vez ello, viene, por la formación filosófica de su autor, ora existencialistas en sus escritos ora con profundo respeto y creencia religiosa hacia la creación de la Vida y la Naturaleza.

Extensión es un libro de poemas breves, pero que tratan un espacio y tiempo abarcante, en donde la delicadeza, como dos pétalos más a una flor, adecua la ternura y la belleza. El mismo poeta, pareciera que crece con una flor silvestre en cualquier tiempo y espacio, o tal vez en lo recóndito de un paisaje no tocado. Allí las cosas simples que se conjugan y nos rodean, están subjetivadas por su pluma, adquieren atributos de los hombres, se personifican. Ellas nos intuyen, nos sensibilizan, y cuando se las llama, nos contestan, en una armonía que se busca de confrontar tiempos duros que se vienen sucediendo.

Extensión es también algo abierto al diálogo, contiene una estructura diversa en sus poemas, breves metáforas, muchas de ellas rítmicas, asonantes y consonantes, un doble sentido interpretativo, y muchas veces, hay que recepcionarlas y meditarlas buscando una relación o un equivalente. El libro nos transporta a la estética de la reflexión para asumir lo delicado, sean las palabras breves o sintéticas en las frases, pero son las necesarias, las suficientes, según su autor.

Una tarde. Los caminos/ lejos sus destinos juegan/ con la mirada -la luz- / que les agranda la tierra.

El lenguaje de Oswaldo Roses, es sorpresivo entre un párrafo y otro párrafo, entre una línea y otra línea; es además un lenguaje cambiante de palabras que han sido elegidas, y que se abren y se cierran espontáneamente en musicalidad exterior predominante. Sus palabras son abreviaturas extendidas condicionalmente a la forma y al contenido, y transmitidas a la interpretación del lector, que me parecen, a veces, muy concentradas y como fórmulas que hay que sacarlas de sus envolturas para reflexionar en lo que el poeta quiere decirnos.

Estudiando la fórmula física einsteniana de la luz: La Luz, es rápida, pero no tan rápida frente al infinito, algunos poemas de Oswaldo Roses, me invitan a pensar que cada poeta formula también su propio universo poético, y que no son menos o más PALABRAS, sino las suficientes. Por ello, el entendimiento de la poesía como lo formula Oswaldo Roses, es naturalmente desde la otra naturaleza humana, en su expresión: La Extensión de la Delicadeza.


2.- La percepción de la delicadeza



En este libro hay esencias repetitivas regresivas de lo general y de lo que pertenece al hombre en relación con los objetos naturales y hasta efímeros como una flor del malva encendida en su propia luz de fuego, algo delicado, como ser breve para el deleite de los ojos, tal vez, en su aroma, en la percepción del hombre hacia otras esencias de la vida, que nos complacen y nos recrean, que nos alegran y nos asombran, y que nos dicen también, que esa delicadeza no está regido por los principios de los hombres, sino que es la naturaleza la que trasciende en nosotros, que ella, sigue siendo algo más estable en sus mecanismos de vida propia, y que el color y las formas que las contiene nos entregan su sensibilidad cuando las apreciamos, nos dan la alegría vasta cuando las relacionamos con otras cosas.

Ellas también nos enseñan a ver, que a pesar de ser efímeras, guardan en- sí- mismas las envolturas cambiantes del tiempo, pues ellas, son el ser y el no ser ágil, breve y delicado de la vida, algo que se genera en una estación del año, y tal vez, en un destello del momento, nos produce esa ilusión, elemental y cambiante de la forma, que no es la forma de una ola, la que permanente llega a la orilla. Y esta relación regresiva nos permite simbolizarla y diferenciarla.

Lo simple para Oswaldo Roses contiene lo delicado, así como las cualidades de un niño atribuidas al objeto flor. Como un niño. La sonrisa/ de esa flor, indemne juegan.

En niño-sonrisa-flor, registro también ese juego de palabras, en Oswaldo Roses, y que tienen un sentido para relacionar el conocimiento, la destreza ante lo delicado. La niñez, es la edad en que el hombre más juega, se amplía, se extiende, se aprende a fantasear y transformarse. Mediante el juego, el ser muta constantemente, y el niño posee la sinceridad en lo que dice y lo que hace. También la flor juega con el color frente a los ojos de los animales pequeños que seduce y que obtienen de ella el polen. También del viento necesita este juego para transformarse y ser otra, después, en nuevas flores. Lo que intuimos del momento es toda una transformación de la vida. Lo que relacionamos frente a los grandes momentos es el tiempo extensivo. No el momento que queremos solamente entregarles a los hombres sino hacer siempre extensivo sus momentos hasta el infinito de la vida de los hombres. Oswaldo Roses, por ello abarca el tiempo hecho delicadeza.

También las cualidades comparativas entre la naturaleza animada y no animada. Cualidades de un ruiseñor son atribuidas a la hierba: como azul ruiseñor flota/ el rosáceo de la hierba.

En estas identidades comparativas equivalentes, el poeta encuentra asimismo la percepción de la delicadeza, de la belleza y de la armonía. La delicadeza se manifiesta del interior de estas relaciones comparativas y atributivas de lo animado y de lo sensible: Azul ruiseñor, rosácea hierba, en su cadencia modernista, la frase mantiene un ritmo de continuidad, no escrito a la manera clásica, sino alterada, por versos quebrados.

También la delicadeza, lo sutil, lo forja el poeta, en un proceso de contemplación de relación y de trabajo a los objetos, como a la manera de alguien que abriendo un fruto conoce que este contiene una semilla y ve la extensión de ella hacia la nueva planta, hacia su nueva estación. Y ello es como si la delicadeza quisiera abrirnos una imagen futurista de lo que devendrá mas adelante: Con la mirada – la luz- que les agranda la tierra.

También en esta relación, implícita y asonante de su lírica: tarde-día; caminos-destinos (Poema Una tarde), el hombre se halla al medio de la extensión del Todo, en la perspectiva de la luz que agranda los caminos hacia la esperanza de algo que va a llegar hacia la ternura, a algo que se estrecha en relación con la armonía, como un beso, la ternura/ del agua – en el río – reza.

Me gusta la asimetría y acentuación de Oswaldo Roses, entre los contrastes asonantes de las palabras en tonos claros-oscuros, y brillantes-opacos para compensar lo no repetitivo dentro del no ritmo de las fórmulas clásicas, para ir hacia lo ascendente de los otros poetas modernos de España. Esto, en un ir de su tradición, pero en su propio verbo hecho carne.

Hay momentos leves que pretenden romper la armonía, y son versos divergentes, que se abren pero no se cierran, en donde acaso, nos advierte, que tampoco hay armonía total, ellos acusan la sentencia: Nada es leve aquí luchando; pues, con palabras húmedas, existe una dulce ley / con pulso de arpas fieras.

3.- Un juego tierno entre la poesía y la existencia

El Todo es un no imposible/ en la labradora fuerza/ del corazón a latidos/ por la claridad femínea.

Quién pueda meditar sobre un objeto efímero, sobre un dedal y relacionarlo con la ternura, la sutileza, la caricia, también puede meditar sobre la existencia. En Oswaldo Roses, hay en su poesía, una filosofía elemental hacia la vida. En las diversas estructuras de sus poesías hay una búsqueda de compensación. Hemos visto que la Extensión es el Todo en la posibilidad de ser abordada la ternura como un gran salto de los hombres hacia la vida y su curso continuo: Contener la ternura es contener la esperanza, contener la esperanza es contener la vida, y contener la vida es contener el Todo. Toda la delicadeza del hombre con el hombre y con la naturaleza. Un ciclo vital que debe de ser regresivo repetitivo en el hombre. Y el poeta abre el corazón en los latidos de sus sístoles y diástoles para lograr esa esperanza que es la estrella que guía su camino. Él sabe que el corazón del Hombre concentra como posibilidad esa fuerza.

Oswaldo Roses recoge en su lírica lo mejor de la tradición española, que a mi parecer viene desde las mejores fuentes desde Lope de Vega, Góngora y Argote, Gustavo Adolfo Bécquer, pero él no es el poeta repetitivo, en cuanto a esta tradición, él tiene su propia alquimia, y sus propias fuentes, y de ellas da de beber a los hombres esta originalidad regresiva.

Los verdaderos artífices de la palabra, no subastan el pasado, no desechan su tradición, ni lo descartan, pues hay elementos que resisten al tiempo y trazan una línea ascendente. Estos poetas, tampoco se quedan en lo repetitivo, sino se nutren de los nuevos elementos de su tiempo. Las verdades de nuestro tiempo necesitan de las verdades del pasado. Allí están las raíces de los orígenes, los elementos históricos donde provienen y vamos ganando nuestros conocimientos.

Las columnas que vamos haciendo, para recomponer un tiempo histórico escisionado, y antípoda a lo que nos deseamos, solamente se puede lograr con la SUPERACIÓN, en tanto que entendamos, que todo lo repetitivo es regresivo, pero no todo lo regresivo debe ser una copia, en cuanto a la misma manera de hacer las mismas cosas. El tiempo asciende y desciende siempre en la perspectiva de las montañas, en donde los espacios se miden de acuerdo al ir y venir de la vida.

Pero no solamente Oswaldo Roses, le atribuye a los objetos otras cualidades morales de las personas, sino les da características amorosas: Sus islas son venus de las estrellas. O también les da cualidades mágicas para hablar, emociones de los hombres: „Sabor“ de nostalgia -mágica-/ dice la montaña.../ También el poeta, en sus búsquedas, va a los objetos iniciales de creación, ahora ellos, transformados en otros, y que han traído consecuencias para la naturaleza misma y para el hombre: !Qué gran verdad clamorosa/ la libre naturaleza!; siempre dibujo de Dios, creando mientras se espera!

La estructura vertical que usa el vate, se arma y se desarma en imágenes y en sus pensamientos filosóficos, tal vez allí medita la extensión y esta reflexión nos acerque a su filosofía existencialista pero también creacionista religiosa, relacionada con la naturaleza y con los hombres. La Extensión, busca el camino de una armonía con el hombre frente a las perspectivas ciegas de otros, que han hecho polar la misma existencia, que han negado el equilibrio de las cosas, y el mismo enajenamiento hacia ellas, en donde se busca más los valores como fetiches. La ternura resulta, así un equilibrio frente a las amenazas, a la enajenación.

La Extensión bajo este pensamiento filosófico tiene un contenido más abarcante. En su Soneto de Amor, plasma esa relación entre su fe y la existencia: Ya que seremos lo que Dios entiende,/ todo lo tierno que en la vida existe,/ mínimo sueño, la canción que insiste,/ todo lo suave que la piel extiende.

Su filosofía existencial, lo lleva también a referirnos, que las cosas que se suceden, que pasan y que se pierden, descubren sus misterios desde los rincones oscuros, nos llevan a una ligera melancolía: Cielo nublado de pena/ para llover hoy en llanto... Como flor de misterio/ esta soledad callando... Y melancolía mansa/ de los ojos hacia el suelo.

Otras veces, descubre él mismo la incertidumbre de los hombres: Dónde ir, sin ser un extraño, sin ser hoy un frío aleve? ... Cuánto río...! Y cuánta pena? Pero también un gran optimismo: El cielo, dormido;/ la tierra, en su vuelo/ de flores y de primorosas suertes. Por el Sur ... los sueños.

Celebramos este canto transmitido por su optimismo, creemos que su autor, lo hizo para aquellos hombres que en la lucha diaria, saben que la conquista de un objetivo, de un sueño, de un ideal, también necesita de lo que nos hace delicados en toda su amplitud de la palabra, hacia lo que es verdaderamente Humano.

José Pablo Quevedo
Bernau, marzo de 2008

El amor en la tormenta o la relación del instante del fuego en la lírica de Nora Alarcón

Desde su Ayacucho querido, la poeta peruana Nora Alarcón, nos ha enviado a Berlín un bello libro de poemas, editado recientemente por la Asociación Peruana Del Libro, en una edición bilingüe (castellano-alemán). Esta edición está dedicada a la Xma. Cita de la Poesía: Latinoamérica – Berlín 2005, que se va a realizar en Berlín desde el 29 de abril hasta fines de mayo, y donde la autora del libro va a participar como invitada.

Hace poco he hecho un comentario breve sobre la poesía de Nora Alarcón para la célebre revista Alhucema de Granada, ahora me extiendo también brevemente sobre la relación del Tiempo hecho Momento e n la lírica de la poeta.

Tiempo y Viento, se hacen símbolos pares en la relación del concepto literario de Nora Alarcón. Ellos se anudan y se desatan alados, se condicionan y forman los instantes de la pasión y del regocijo. El Tiempo es algo consubstancial consigo mismo, algo que se realiza en los instantes. El instante es el Ente dinámico de la pasión existencial que fluye en las imágenes que animan la voz pura e intimista de la poeta.

La proyección del momento no es pasado, si no algo haciéndose, que se hace, que vive y atiza la llama de una pasión, la hoguera, la tempestad, ellos están permanente reproduciéndose.

En esta dialéctica, el instante germina, se desarrolla en el viento, en la tempestad, en donde fecunda, se procesa, y queda al final de una batalla, como gotas luminosas que se han realizado temblando desde la tormenta.

El momento vive, no pregunta a la tormenta. El momento es la tormenta del tiempo. La tormenta rescata lo vivido en esa intensidad de las pasiones. Lo que se sucede, se sucede, y pasa, aunque quede grabado en la memoria: “Deja, ya fue / nada se puede detener / No tiene remedio.” Y aunque la memoria sepa, o no sepa, si esto fue cierto, hay que volver a llenar ese nuevo vacío que también se hace constante. Por qué para la poeta, el vacío existe, y hay que llenarlo permanentemente con el amor en la tormenta, en la marea, aquí ellos, encuentran sus fuerzas centrifugales.

En cambio, el viento, , de la intimidad, de la pasión de los recuerdos que forman las hogueras, que disipan y avivan las tormentas, que abren las mareas, que traen los alazanes de viento y que invita a las cabalgatas, y de allí, irradian los arrebatos y los desvaríos, los orgasmos. Ellos son como bálsamos que acicatan lo que, acaso, verdaderamente se vive, lo que acaso queda, y es verdadero: “Este viento visita mundos / de carbón suicidas al rojo vivo, en escalofrío eterno.” Más aún, su yo íntimo tiene un tono tempestuoso: “El viento en la tormenta / trae un nombre / pronunciado como susurro/ a cada momento.” El viento tiene la libertad de elegir a dónde ir, a dónde perderse o quedarse, el no reconoce el espacio limitado, si no aquel que está designado por la memoria y por lo que él nos ofrece: “Lejano en esta hoguera / eres una melodía / traído por las brisas.”

El viento hace / disipa la tempestad, allí crecen las mareas, el amor vibra, la carne arde, y lo vivido es como un paso que fue, que se hizo, que se repite... “Este viento es un delirio/ Anima todos los tiempos / En noche de presencias / con extrañamientos de fuego /La música fulminada al silencio.” El instante es un paso permanente del tiempo, huellarios de huellarios, un principio y fin que no se agota, que se enciende constante, es algo ; que fue / que nada puede detener;, aunque quede abierto como una cicatriz. Esos pasos del instante nos reconfortan, nos alientan, nos mueven, aunque después, todo sea una ilusión; ilusión que siempre hay que saber llenar como un cántaro para apagar la sed. Sólo el instante permanecerá haciéndose, realizándose en su dinámica. Ese instante es el fuego: “El viento atraviesa las fronteras / trayendo tu presencia en instantes de fuego.” El fuego aviva lo sensual, consume, nos trasporta al delirio. El fuego es lo único que llena el vacío, pero es un instante breve, después vuelve la calma y en la calma, otra vez, empieza la llama a encenderse.

También los momentos del tiempo (cual cadenas constantes), se mueven, se impulsan en una lucha permanente, son contrarios al vacío, que lo incentivan y tratan de desalojarlo o llenarlo, y esto resulta como pretender algo imposible. El vacío es una nube que no se evapora, que va y vuelve, forma una eternidad subjetiva entre ambos pares, en un juego de llenar y de vaciar, de saber que siempre hay algo que no está saciado en el corazón, y que aquella sensación no se acabará de llenar totalmente; de allí, que emerge una su voz íntima y desesperada, que nos habla en singular: “¡Llámame /Multiplícame con tus acordes / No seré otra si no tuya / en la marea.”...”Te disipas antes de empezar / ¡lumbre, lumbre que nunca llegas!”

El yo subjetivo de la poeta, discurre, se mueve en el instante del tiempo en un juego contra el vacío, como algo que hay que llenar y que no se sacia de realizarse definitivamente: “...El amor es un ensueño / que a veces nos arrastra al vacío.” Todo se aloja en la soledad y el recuerdo. “Es la soledad la que mata / A la orilla de los fuegos más candentes.”

La voz apasionada de Nora Alarcón, por eso queda temblando, cual flecha Zenón, en los instantes del tiempo pasajero y efímero. Y allí su escepticismo, por qué sabe que esa realización es vana, que no se puede vencer, que necesita el amor y la pasión como un medio para calmarla, pero que no puede agotar. Su voz desencantada suena: “Plegaría que el tiempo fue jamás / entre las aguas del río en nuestras rutas.”

El Tiempo también es testigo del Destino. Pero el Destino no es Dios quien absolutamente determina las cosas, no es Dios quien impulsa lo que debe o no debe de hacer el Hombre, por lo menos, en una parte de los Andes, lo constata la poeta: “Aquí uno se olvida las razones de Dios / en la inmensidad de las alturas y del eco de las lluvias, donde lo elemental prevalece.”

El tiempo- instante es el actor del teatro de la vida en las alturas, y lo es en la poesía de Nora Alarcón, instantes de un juego con el paso permanente del viento, que lo hace un amante, o potro, o un instante cual reloj dejando huellas.

La poesía en Nora Alarcón se desprende como una ilusión, como un ensueño que hay que saber ganar en los momentos de las hogueras, allí en el fuego que nos marca en los y saber rescatarla jugando constantemente con , para que el fuego no se vaya definitivamente de la memoria.

POETAS LATINOAMERICANOS SE PRESENTARÁN EN DIVERSOS ESCENARIOS BERLINESES

La poesía de Nora Alarcón (Perú)

Alas del viento, es el libro de poesías que ha consagrado a Nora Alarcón, joven poeta de Perú. Ayacuchana nacida en 1967, estudió periodismo y cine, participando como asistente de dirección en la película El Forastero (2001), coproducción peruano-española, dirigida por el cineasta peruano Federico García H. Con Alas del viento, Alarcón ha escrito su huellario: Es su rostro, su simbolismo vital, su coraje, su mente que se desenvuelve entre la intemporalidad y la temporalidad del Ser, o la Existencia real y subjetiva del mundo andino y citadino; como equilibro / desequilibrio del teatro de nuestras vidas, y que solamente a través del amor, don de ensueño y fuego, se enciende, renace o se apaga, o se realiza. La poesía de Nora es amor que necesita alas, o fluye con alas, pero no solamente para un vuelo único, sino también para la redención. Alas del viento es un libro cargado de simbolismos, arcaísmos, vuelos de altura, planeos, levitaciones y una intensidad sensual, donde el viento lírico es su protagonista alado. Viento son alas de un alazán en su abrirse camino hacia las cimas, en su trazar rutas hacia los valles frondosos y fértiles, en su cabalgar hacia los puquios y que lucha por salir airoso ante el tiempo que le parece presuroso y efímero; pero también es la voz, la pasión, el aliento vital para amar y ser amada. Alas del viento es paisaje íntimo, recreado y jubiloso, dolor y gozo que vive en un seno creador y desesperado, es llama intensa que sale de su pecho: potro-ser-viento, lluvia-tempestad, o poesía que existe donde hay ensueño y utopía, donde hay rayos que agiten nuestras ilusiones, y ganen luces para reconfortar lo vivido y lo que devendrá de la gota del instante. Entre el tiempo real y el vacío, que hay que saber dilucidar o llenar permanentemente, arrecia la duda, se crea el agnosticismo, se desenlaza el drama que se opone o nos acerca, lo realizable o irrealizable de lo que acometemos; e indómito y bravío, inmenso de soledades, alturas y rebeldías, nuestro potro-ser-viento va inmerso en la piel del tiempo. Nora Alarcón posee una lírica sedosa, pura y vital en sus esencias ante la vida y la muerte, es abrumadora y de fuego, es tempestuosa y calma, tanto en las cimas como en los abismos de la pasión, como ha sido su vida enclavada en el paisaje ayacuchano, como orquídea, que busca, a veces, los torbellinos de una luna épica en sus desenlaces definitivos.

José Pablo Quevedo (Perú) Organizador de la Cita de la Poesía: Latinoamérica – Berlín 2005. Representante de la Sección Latinoamérica en la Casa Cultural de Karlshorst – Teatro Zimmer (Berlín)


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POESÍAS DE NORA ALARCÓN (PERÚ)



AGUILA...

Águila de las cimas
Saturado de silencio
Como el tiempo
Es a nuestros recuerdos

Convertido en versos
Traes aroma de tus lluvias
En la presencia de un fuego
Que se levanta más allá del olvido

Tan lleno de quimeras
Como es la memoria de la vieja historia
Poblado de soledades
Como el corazón de un forastero

Cuantas médulas arden
No importa el humo, ni las lágrimas
Hoguera de otras playas

Viniste con la música del destino
Danza, llamas y eco de témpanos
Bebes la eternidad de la poesía
Que vibra en tus venas

El tiempo es la fuente
Que nos fertiliza ó marchita
Entre páramos y montañas

Entonces eres un ser
Que quiere desplegar sus alas...
Y jamás volver


Adler

Adler der Gipfel
Gesättigt von der Stille
Wie die Zeit
Die voll unserer Erinnerungen ist.

Zu Versen gewandelt
Bringst du den Geruch des Regens
In Gegenwart eines Feuers
Das sich weit hinter dem Vergessen erhebt.

So voller Schimären /Einbildungen
Wie das Gedächtnis gegenüber der alten Geschichte
Bevölkert mit Einsamkeiten
Wie das Herz eines Fremden

Wie viel Geist brennt
Unwichtig sind der Rauch und die Tränen
Feuerstätte anderer Strände

Du kamst mit der Musik des Schicksals
Tanz, Flammen und Echo der Pauken
Du trinkst die Ewigkeit der Poesie
Die in deinen Adern vibriert.

Die Zeit ist die Quelle
Die uns befruchtet oder welken lässt
Zwischen Ödnis und Bergen

Dann bist du ein Wesen
Das seine Flügel ausbreiten…
Und niemals zurückkehren will



MALVITA


Malvita de los parajes
Emerges en algún torbellino
Con un vientre en un mar de contracciones

El silencio te ahoga en su reino
Con un amor encadenado a la soledad
Paloma...serpiente...amazona...eterna malva

Oí tu voz y me desnudé frente a tus pétalos
Dancé para ti y bebí de tus versos
Luego nos fragmentamos en mil colores

Te disipaste una tarde de sol
Al ver que mil rosas de plástico
No hacen de un desierto un jardín

Y aun te espero invadido de utopías
Al ritmo de estas venas que calcinan
Melodía que alguna vez nos desnudó
para amarnos

Pero...quien sabe la medida de lo duradero
en este universo fulminado de palabras.


Kleine Malve

Malvita der Gegenden
du tauchst auf in irgend einem Wirbel
mit einem Bauch in einem Meer der Kontraktionen

Die Stille erstickt dich in ihrem Reich
Mit einer an die Einsamkeit geketteten Liebe
Taube…Schlange…Amazone…ewige Malve

Ich hörte deine Stimme und zog mich aus
angesichts deiner Blütenblätter
Ich tanzte für dich und trank aus deinen Versen
Dann teilten wir uns in tausend Farben.

Du verschwandest an einem sonnigen Nachmittag
Als du sahst, dass tausend Plasterosen
Keinen Garten aus einer Wüste machen

Und immer noch warte ich auf dich voller Utopien
Im Rhythmus dieser Adern, die brennen
Melodie, die einst uns entkleidete
um uns zu lieben

Aber…wer kennt das Maß des Dauerhaften
in diesem Universum dahingeworfener Wörter.




MAGO DEL TIEMPO


Convertías la piedra en polvo
Cuando el deseo se ahogaba en tu piel

Mago del tiempo y del fuego
Conocedor de la indiferencia que mata el amor

Poseías los océanos en tu más estallante beso
Nadabas en muchos lugares a la vez
desapareciendo a voluntad

Una calandria se acercó entre la multitud a ti
Y entendió que amamos a quien no deberíamos

Cuando bebiste la magia de su elixir
Tuviste una visión nueva...

Fluías entregando plenamente todo tu ser
Y cierto día en agua te transformaste.


Zauberer der Zeit


Du hast Stein in Staub verwandelt
Als der Wunsch sich in deiner Haut vergrub

Zauberer der Zeit und des Feuers
Kenner der Gleichgültigkeit, die die Liebe tötet.

Du hast die Meere besessen in deinem wildesten Kuss
Du bist an vielen Orten gleichzeitig geschwommen
Und bist nach Belieben verschwunden

Eine Lerche näherte sich dir in der Menge
Und sie verstand, dass wir den liebten, den wir nicht lieben sollten

Als du den Zauber seines Elixiers getrunken hast
Überkam dich eine neue Vision…

Du sprühtest, hin gabst du dein ganzes Sein
Und eines Tages verwandeltest du dich in Wasser.


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Nora Alarcón, Huamanga, Ayacucho, 1967. Estudió cine y periodismo. Trabaja eventualmente en cine y en su última participación se desempeño como asistente de dirección en la C° producción Peruana Española en la película El Forastero (2001), bajo la dirección del cineasta peruano Federico García H. Actualmente escribe en la revista peruana de Ecología y Turismo Trotamundo como reportera. Ha participado en el taller de poesía que dirige el conocido poeta peruano Marco Martos. En el 2000 ha publicado el libro de poesías “Alas Del Viento”, que también fue reeditado en el 2003. Este libro lírico ha merecido la crítica de más de un literato peruano. Actualmente reside en Barcelona, España.

Las traducciones fueron hechas por Bárbara Quevedo Krüger

El perfil de Nora Alarcón en la prensa de Berlín y España

www.vulcanusweb.de/dialogando/cita_de_la_poesia_2005.htm
http://www.alolatino.de/
http://www.mundolatinotv.de/
http://www.berlin-aquiamerica.de/
consejo.deconsulta@berlin.de

Consejo de Consulta de los peruanos en Berlín
Revista: Damid Europe Journal ( development and Migration in International Dialogue) abril /mai, Berlin 2005.
Las Poesías de Nora Alarcón, en MeloPoefant (Sismo Poético Resistente), febrero 2005
El amor en la tormenta o la relación del instante del fuego en la lírica de Nora Alarcón, en Melopoefant (Sismo Poético Resistente), febrero 2005
Programas sobre la Cita de la Poesía: Latinoamérica- Berlín 2005, MeloPoeFant (Sismo Poético Resistente) (España)

En Granada (España) Alhucema N° 13 (Revista de Teatro y Literatura, enero 2005)