Comentarios sobre Arte Regresivo

Jorge Tafur, Francia

VínculoARTE REGRESIVO (lecturas profanas y el particular oficio de las palabras)

Publicado por artekechi el febrero 7, 2010 a las 3:00pm

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En Puebla- México.
Foto de Thomas Hertwig
He visto hasta tres maneras de cultivo para obtener que una flor inicialmente gris pueda ser vendida como una flor negra o roja, y porque no, verde o azul. La transfiguración antepuesta al razonamiento me complace porque sosiega mi sed apátrida, que no es otra que militar en el Yo extranjero, oculto detrás de las palabras de los textos que devoro durante mis domingos de invierno. Reconozco que la incalculable cantidad de lecturas que hice estos años no han sido tan fecundas para explicar mi compromiso con las tesis del "arte regresivo" que lideran los intelectuales peruanos Raúl Gálvez Cuéllar y José Pablo Quevedo. Desde aquí, por maravilla personal, decir compromiso equivale a justificar mi entusiasmo y mi saludo a quienes finalmente se decidieron a desenvainar el sable para hurgarlo en las costillas del Yo colectivo que durante las lluvias pierden su color y también sus bríos colaterales. Me han comentado algunos escritores que "arte regresivo" les huele a cholos mal ilustrados. Hay quienes no han bebido chicha y me reprochan de mi poca modernidad, y no tengo, y me faltan muchas respuestas para escribir sobre este manifiesto del arte que como tantos otros tiene un espacio en la humildad de nuestros hermanos peruanos. Mis molestias suplementarias por pensar como el peruano de a pie podrían resumirse a través de lo que ya he escrito sobre los trabajos del poeta José Pablo Quevedo, sin embargo, me gustaría viajar un poco por los mismos vericuetos de quienes anteriormente habían explorado casi lo mismo pero con distintos nombres y epopeyas.

Si la memoria no me traiciona existen varios manifiestos que inauguraron en las artes peruanas el "bien llamado" : arte retro. En aquella revolución de actos y gestos el país parecía un buen lugar para vivir o morir. No se trataba de discutir con el proletariado o defender los Derechos Humanos, era mas simple que eso: construir una vanguardia que termine de enterrar los vestigios de las generaciones anteriores. Y todos tenían novia bonita pero no era india ni guerrillera. Si hubiera sido india la hubieran subastado por unas chelas en Quilca. Si hubiera sido guerrillera no daría clases en San Marcos. De la otra ribera (prestándole la iracunda cita al poeta Jorge Najar) los que teníamos novia india o guerrillera eramos feos, en un país feo, con noticias feas, con la fealdad y la poesía el arte parecía tenerlo todo. El poeta Montiel tuvo la novia mas hermosa, era de Barranco y tenía Bar, pero tampoco era policía ni vendía pollo en el mercado de Chorrillos. En esas circunstancias el arte retro comenzaba y terminaba en el peinado punk de Domingo de Ramos o en la foto del libro Asalto Al Cielo. Otros entendieron que arte retro eran las pinturas de Polanco, la celebre corbata del alcalde socialista de Lima o que el arte retro podía violentarnos a través de la música "del pueblo del barrio" que era algo revolucionario que nunca se escucharía en el Satchmo de Miraflores. Todas esas deformaciones de nuestra realidad rimaban con algo que ahora comienza a tomar revancha; detrás del underground editorial joven comienza a retomarse este hilo del camino inconcluso de los anos 80. Y nos recuerda que es posible luchar contra el olvido y contra los esfuerzos de la cultura oficial por desertificar la memoria colectiva de varias generaciones. En otras palabras desenmascara el lobbysmo comercial que insiste en vendernos las ideas peregrinas del arte retro aquel.

A pesar de mis discrepancias con el tratamiento de algunos temas como el del Premio Nobel de la poeta Herta Müller quiero comentar las simetrías de repudio político o de entusiasmo ecológico, este compromiso no es adicional a la totalidad del arte ni a la clausura de sus instituciones. De los cuatro rincones del planeta hubieron ecos y citas favorables a la declaración de Tumbes que oficializa una parte del reclamo ambientalista de UNIVIVA. Y mientras crece el repudio por los nobel; y sin el animo de crearle dificultades a los animadores de la publicación; quisiera recordar a Armand Gatti, Jorge Semprun y Edmond Jabes, a quienes debo la conciencia de lo que en realidad significan las letras apátridas cuando no se tiene el país, la libertad, o simplemente cuando una poeta rumana se llama Herta Müller en Alemania. Para escapar de la banalidad de mis recuerdos quisiera valorar la sugestión de la dialéctica en regresión (reflexión de los escritores Gorka Lasa Tribaldos, (Panamá), Galel Cárdenas (Honduras), Gabriel Impaglionne (Italia-Argentina), y Raúl Gálvez Cuéllar (Perú); para ellos La idea de la Superación es un acto de reflexión pero nos sirve para la transformación y la conquista de nuevos rumbos históricos. Antes de concluir hay que destacar esta línea editorial regresiva (sin regresión o involución, o defractura) que necesita del arte y su panorama ético para editar este homenaje inédito de Raúl Gálvez Cuéllar al intelectual, político, y hombre de justicia que es Genaro Ledezma Izquieta.


ARTE REGRESIVO VIRTUAL N° 3 BERLÍN – LIMA

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