“CAMINO AL SUR”: Acerca de la subseción histórica colonial y neocolonial - 2da Parte

PRIMER ENCUENTRO DE POETAS DEL MUNDO "CAMINO AL SUR" - "ROAD TO THE SOUTH"

ALEMANIA-Berlín: “CAMINO AL SUR”: Acerca de la subseción histórica colonial y neocolonial.y el drama actual de nuestras comunidades indígenas .

Algunas reflexiones históricas-filosóficas [2] José Pablo Quevedo*


Al tiempo histórico-social hay que comprenderlo en sus diferentes ropajes, en su piel consistente pero también cambiante: una es natural, comunitaria, solidaridad y en plena armonía y libertad con la naturaleza, y la otra, de riqueza y de pobreza, de explotación y de enajenación espiritual.

En la piel cambiante del tiempo histórico podemos hallar el bienestar, la equidad, y la armonía como son las primaveras de gloria, pero también la tragedia, la orfandad, y la decadencia como son las primaveras estranguladas de muchos pueblos y naciones de América. A la segunda pertenece el tiempo de la subseción histórica. [Del autor: Lecciones de filosofía- La repetición diferente]

Parte integrante del colonialismo europeo medioeval, como primera línea de interferencia ideológica en la alteración material y mental de la vida de nuestros pueblos es la fabulación inicial o la invención de la realidad con los relatos o cuentos fantásticos que hacían gala los llamados descubridores, y al que también denominamos la subsionalidad espiritual del descubrimiento.

Esta línea ideológica se da con la penetración antagónica de la geopolítica colonial y con la llegada de las naves Colón a nuestro Continente, y ello se muestra con la primera instalación de la primera cruz y la toma de la posesión de la isla Guarahani [San Salvador] para la corona de España.
Ese hecho refleja espiritualmente el inicio del pensamiento y de una ideología colonial de posesión y pertenencia y del no respeto a la propiedad comunal de nuestros hombres originarios, y que después se va a hacer dominante en nuestro Continente. Esas formas de posesiones iníciales de las islas, aunque reflejadas en un pensamiento no sistemático sino elemental, la vemos contenida en los apuntes del propio diario de Colón.

Esos escritos nos descubren la línea del pensamiento medioeval - singular del español-, asociado al descubrimiento-conquista, que fue trazada como una empresa económica, política y militar por la potencia española, los reyes y la iglesia católica. Esta forma de determinancia refleja también el comportamiento mental, venido con la ideología de la escolástica, y la forma de ver su propio mundo pero también al mundo exterior en poder de su dominio.

El diario de Colón, nos muestra la práctica del pensamiento de aquella época medioeval, y se refleja desde el inicio del llamado “Encuentro de dos mundos” con los primeros aborígenes. La descripción breve que se hace en el diario de cada día, nuestra esta comunicación de un lado, y la que se establece en un sí y para sí pensante fabulatorio del almirante sobre un territorio y sus gobernantes desconocidos, pero también sobre el oro y las especies y las mercancías que tampoco son halladas como él se deseaba. También se muestra las intenciones reales para los aborígenes y sus territorios y para el futuro de beneficio de los europeos, así mismo nos da a conocer las posibilidades que tiene la corona española de poder extender sus dominios hasta donde los descubridores lleguen con sus naves.
Todo este pensamiento está anotado en breves párrafos del diario y en las ideas y la practicidad que hace el navegante desde el primer día de su llegada a la isla de Guanahani.

Todo lo escrito y practicado desde los primeros momentos no hace más que reflejar y constatar el pensamiento de dominio de un sistema feudal-medioeval de España y el inicio de los gérmenes del pensamiento colonial hacia nuestros designios como Continente. Con este documento del diario de Colón, intento demostrar como el almirante es el Primer fabulador y con este hecho de conquista se marca el inicio de las primeras fases de esta subseción espiritual, una línea mutativa que aún se continua en la ideológica y en parte en la Literatura de invención y que aún trasciende de manera idealista hasta en nuestros tiempos.

Los orígenes de la invención de la realidad del “Nuevo Mundo”, o las imágenes que crearon los marinos europeos e hicieron creer a la gente que eran realidades.

La invención de la realidad primera durante el primer viaje.
Cristóbal Colón en su diario de viaje* [El autor usa el *Diario de Colón, Christopf Culumbus, Schiffstagebuch, Belletristik, DDR, en versión alemana], desde la salida de sus naves de las Islas Canarias, donde había anclado para reparar una de ellas, comienza a contar las millas del viaje marino, pero solamente en un tercio a lo alcanzado verdaderamente por las carabelas cada día. Según él, por el temor que la tripulación conozca la verdadera distancia de alejamiento, y ello no motive el miedo de sus hombres. Hasta la llegada a la Isla de Guanahani [San Salvador], el recorrido real de las naves fue otro a lo dicho a la tripulación por el almirante. [1]

La forma empírica de ver las cosas es ver la realidad misma.
Colón en la isla Guanahani, frente a la realidad que perciben sus sentidos, es decir, lo que sus ojos ven verdaderamente, en su forma empírica, dicta a su cronista: que los cuerpos de los aborígenes están bien constituidos, la mayoría son jóvenes, son altos, están desnudos como los parieron sus madres, aprenden rápidamente lo que se les dice... Páginas más adelante continúa: No tienen armas, viven sin leyes, son sinceros, no conocen la mentira, son hombres pacíficos...

La intención toma una forma verdadera de posición sobre las tierras.
El mundo ideológico mental que había adquirido Colón, le hace decir también: Tomo posesión de estas tierras para el rey de España, hay que elevar a los indios al entendimiento de nuestra lengua y cristianizarlos, poner nombre a todo lugar de la manera cristiana, a todas las islas, a todos los territorios descubiertos, a todos los ríos, a todos los bosques, a todos los montes.

La forma empírica de ver las cosas se mezclan en forma diferente con las intenciones de la conquista.
Los sentidos de percepción le indican al almirante ver otra realidad, y el almirante compara lo que ve en este mundo, y da rienda suelta sobre lo que goza con sus sentidos sobre la flora y la fauna y las aguas, él describe los maravillosos lugares que nunca vieron ojos humanos, cantos hermosos de los pájaros, aguas rumorosas, vegetación incomparable, frutos exquisitos, aguas claras y azules como el cielo, el paraíso, los indios nos saludan como dioses que hemos venido desde el cielo.

Las intenciones se revelan en forma verdadera de como empresa económica y de cristianización ideológica
Colón también se expresa ideológicamente: Estas tierras deberán ser ganadas para la corona, aquí deben de venir los clérigos para hacer cristianos a los indios, ellos no son herejes, en estos lugares se deberán construir los nuevos puertos, hay tierras para el comercio, maderas y territorios para la ganadería, etc.

La invención de la realidad sobre el oro que el almirante nunca encontró sobre las islas

La codicia hacia el oro también está impregnada en los raciocinios del marino desde el primer día de su llegada, y desde cuando vio a los aborígenes que tienen narigueras de oro.

Y la fiebre de Colón crece frente al oro, y aumentan cada día las líneas descriptivas sobre ese metal codiciado. Su diario está atravesado por esa obsesión, hasta que el día 6 de noviembre el almirante llega a fabular „...Los indios tienen grandes riquezas, y a todos esos pueblos los podría ganar España, pues sobre estos territorios hay inmensas cantidades de oro, y con razón lo dicen los indios, a las islas que llego, y de la tierra sale el oro a montones, y ellos lo llevan en la nariz, en los brazos y las piernas, y son anillos gruesos; también hay piedras preciosas y perlas y muchas especies...“

Las razones para las invenciones de esta realidad son las razones del oro.

Los ríos de oro que “vio” el Almirante a montones, como mandó a escribir en su diario, nunca los vio en la Isla de San Salvador, ni en otras islas, pues el oro era solamente la fiebre de la idea que describía vinculándola a una realidad que quería descubrir y que buscaba de isla en isla, obsesionadamente. Pero, ¿por qué mandó a escribir Colón aquello a su cronista? ¿Cuáles serían las razones –que por cierto también suponemos– para que el Almirante fabricara esas ideas, dictadas en su diario?

Es que lo empírico, lo que ven sus ojos y lo que se constata de la realidad de esos territorios se puede contar, se puede describir, pero no decir verdaderamente a los reyes ni a los clérigos. Colón no dice, después, lo que ven sus ojos cuando la pregunta se liga al Poder de los reyes o de la Iglesia a los cuales tiene que rendir cuenta de la empresa que le ha sido asignada. Esos personajes nunca entenderían lo que está escrito fuera de sus formas dogmáticas de pensar, sino se desean algo que contribuya al dominio del poder.

Colón tienen que inventar, trasgredir la realidad empírica, generar la fantasía, sembrarla de motivos de la mitología griega que está más cercana a España y al mundo dominante y nutrirla de lo que es creíble para todo público y para su tiempo, en un mundo de ambiciones, de aventuras, de intrigas y desdichas.

El oro, que “hay” y que ve solamente el almirante en sus inmensas cantidades, son la percepción y la proyección del observador que ve el metal precioso como idea, pero que habla sobre sus raudales -tal vez inspirado en la fábula del Vellocino de Oro-, para llegar a los objetivos del triunfo de sus naves y de la complacencia ante los designios de la corona y la iglesia católica.

El factor económico del descubrimiento-conquista

El factor económico del descubrimiento-conquista [económico en cuanto al el oro y las famosas especies], es el factor determinante de la empresa del descubrimiento, pero ella es la base de alteración del factor espiritual, el inicio de una subseción colonia espiritual continental, y la que inicia el proceso de enajenación de las formas de la vida tanto materiales como espirituales. Ella inicia el proceso real de la subordinación eurocentrista, de jerarquizar desde su primera instancia a nuestros pueblos originarios de nuestro Continente, a través de conceptos o juicios orientados desde los centros del poder feudal y del catolicismo fundamentalista o desde las fuentes del dogmatismo medioeval. El Estado social y natural de los aborígenes va siendo restado a través del fetichismo hacia el oro y las mercancías coloniales y del parasitasismo como forma de pensamiento colonial y que da con rigor el castigo y la muerte.

La falsificación de la historia por los vencedores desde los inicios del tiempo de la subseción en nuestro Continente

En su diario, el día 23 de noviembre de 1492, el almirante, cuando se dirige con sus naves a la Isla Bohíos con algunos indios que lleva, escribe que lo que los indios dicen, que la isla es muy grande, y que allí vive gente que solamente tiene un ojo en medio de la frente [Polifemos o cíclopes griegos?], y otros que son caníbales [?].... El almirante cree que algo de ello es verdadero, „…para que ellos porten armas [los que viven en Isla Bohíos], hombres de entendimiento deben de ser, el Almirante cree que ellos han hecho prisioneros a algunos, y como estos no querían regresar a su países, uno ha dicho, que ellos han sido comidos. Lo mismo han dicho los indios, al principio, cuando los cristianos [Colón y sus soldados], los vieron por primera vez, y que esto mismo han creído de ellos...”

El almirante hace collages con las ideas tomadas de las fábulas griegas y las manda a escribir en una lógica fabuladora que resulta simplemente una falsificación de la historia. El almirante mezcla sus historias, y ellas se hacen una cadena repetitiva, una mezcla que va entre lo que cree que dicen los aborígenes, y lo que interpreta e inventa Colón, obviamente. Para los aborígenes, los que vienen en las grandes naves se deben de parecer a los Ulises de Homero.

Colón inventa, da rienda suelta al ingenio, falsifica, y la realidad la trasgrede, y la “realidad del oro” las anima en los montes y las cuevas y lleva con ríos de oro su mente, y con ello se engaña asimismo y se enajena, y enajena a otros para justificar igualmente la empresa de la conquista, y para justificar sus cargos, y seguramente, las nuevas misiones que le van a encomendar sobre el “Mundo Nuevo”.

El manejo de un lenguaje ambivalente
Colón nos descubre su lenguaje ambivalente en su diario, por un lado, está la realidad que percibe y que describe -en sus primeros días de buena manera-, y que trata desde el campo desde la percepción empírica de la realidad, también nos muestra en su esencia ideológica lo que él desea realizar en su proyecto futuro. Lo segundo, esta en relación al lenguaje del poder de los reyes y de la Iglesia.

Lo dramático es lo que va a suceder, después, con el destino de los hombres originarios de este Continente.

A buen decir, un día fue, cuando el almirante se olvidó de la realidad empírica, y de lo que sus ojos vieron, y se volvió un fabulador o reconoció su oficio de fabulador, y entra en el ejercicio y la lógica de lo que verdaderamente es su empresa y lo que va a decir a la corona, es decir, tiene que resolver el problema en base a las preguntas del poder y a las preguntas que le van a hacer los escolásticos desde sus dogmas, que para ellos son sagrados e infalibles, pero llenos de verdades a medias. El lenguaje de la corona y de los padres de la iglesia es ambivalente en cuanto a sus dogmas y principios.

El espíritu del descubrimiento-conquista

El espíritu del descubrimiento-conquista no fue otro que el de la invención de la realidad en sus diversos modos para desarrollar la economía de los metales preciosos y de expropiación del trabajo ajeno, y de ello resulta también las fuentes de la invención de la realidad y la fabulación. La mentalidad de aventureros y de soldados sin hacienda era la de fabuladores y de los cuentistas, y de aquellos que querían hacer la riqueza solamente a costa del robo y del trabajo ajeno.

Los primeros descubridores tenían la ventaja de ser los iniciadores, pero los que vinieron posteriormente -ya institucionalizada la colonia-, su mentalidad los llevó a incrementar las mayores fantasías posibles, y por eso, muchas de sus huellas las tenemos como lunares aún en nuestros días en las mentes de las clases dominantes.

La invención de la realidad hecha por otros marinos y “descubridores”

En el libro de los mapas desconocidos [El autor usó la Literatura de Landkarten der Unbekannten Welten, de la edición alemana ECO], registramos, por ejemplo, los diversos mapas sobre el mundo y América. En un mapa del año 1234 se asigna, por ejemplo, a Jerusalén como el centro de la Tierra. Esa era la Ciudad Santa en la cual convivían los judíos, los musulmanes y cristianos, y la consideraban en su vinculación con el poder de Dios. En el año de 1550, en un mapa de América del Sur, hecho a mano, aparecen algunos lugares que están marcados por el paso de aventureros, expedicionarios, y soldados que regresaron a sus países de origen, a Europa. Ellos hablaron de sus proezas con gente del “Viejo Mundo”, sobre algunos lugares de la América del Sur. Los relatos fueron contados en la forma de pensar y del sentido fabuloso de imaginar las cosas sobre otros mundos extraños y desconocidos, y que se había constituido en Europa a través de los siglos. Es decir las secuencias y realizaciones maravillosas de la vida. Ellos contaron que en los lugares donde vivieron habían venados con cabellos largos, y los montes estaban llenos de oro y de plata; y algunas tribus son tan ricas que los propios jefes se cubren con el oro. También dijeron que en los montes gobiernan reyes blancos, pero en otros lugares hay caníbales sanguinarios, y también mujeres guerreras, llamadas Amazonas. Quienes ingresen a estos territorios pueden perder la vida cruelmente.

Esas fábulas también han sido contadas por aventureros, como Francisco de Orellana, en las crónicas de su expedición en busca del “Dorado”. Él creyó ver en los manatíes o vacas marinas, a sirenas de los ríos que también cantaban, pero que eran muy feas para ser mujeres. También frente a nuestros aborígenes, cuando ellos hablaban y los conquistadores no los entendían, los españoles decían que no sabían designar el nombre de los lugares o de las cosas, y que por eso ellos les daban nombre a las cosas o los interpretaban. Y esta arbitrariedad, ya viene desde Colón que “bautizaba” cada isla, cada mar, cada río, como le imponía su credo o en todo caso según los nombres que había aprendido en España.

Como creador o el introductor del realismo maravilloso o fantástico en la Literatura o la historia de nuestro Continente, nos atrevemos a designar precisamente al almirante Colón, pues él es el primero en introducir esta forma de pensamiento por ESCRITO en su diario. [Leer el diario de Cristóbal Colón]
A Colón también se le debe recocer ser el primer fabulador o el inventor de una realidad en nuestro Continente, ya sea en una parte está tomada de la fantasía griega, y la otra descrita o narrada de la realidad en base de los inventos que hizo desde las primeras islas que vio en nuestro Continente.
Su diario es la reproducción de una parte de la fantasía europea, pero también la exagerada fantasía de los collages que hizo su pensamiento como una explicación de la realidad originaria de nuestro Continente.
La desmitificación de esta realidad, posteriormente, ha sido en parte debido a la obra de Alexander von Humboldt.

La consciencia enajenada del descubridor y la invención de la realidad

Debemos esclarecer que la forma de conciencia enajenada de los marinos, no es pura. En ella hay muchos elementos, que observamos desde el diario de Colón: Lo empírico, es decir, lo que se ve y se narra independientemente de lo ideológico; segundo, la conciencia enajenada, traída desde ya con el modelo ideológico europeo, en la lógica de la escolástica o de la conciencia religiosa o infeliz, en el lenguaje del filósofo alemán Hegel [2]. Y tercero, sobre todo, en el mundo de las supersticiones y fábulas y leyendas de la antigüedad greca-romana, que en grandes partes fueron retomadas por el mundo medioeval.
Todo ello refleja una identidad de la forma de pensar de esa época como método para captar la realidad y reflexionar sobre ella y aplicar sus métodos de dominio sobre el “Nuevo Mundo”. Los inventos de “realidades” también para el “Viejo Mundo” fueron sacados o reproducidos de la fantasía del “Nuevo Mundo”, ya invadido por aventureros, los que después, al poseer fortuna, se convirtieron en duques, marqueses o varones. Ellos también, después, en sus nuevos cargos asignados, agregaban - a lo de la fantasía de Colón-, lo que las “sirenas” cantaban y lo que enloquecían a sus navegantes.

Este camino, fue el primer camino para llegar más tarde a la Literatura y relacionarla con nuestro Continente, y en lo que más fascinaba a la gente de esa época en Europa, así como lo hizo Homero con su personaje Ulises, que tuvo que dejarse atar a su nave y dejarse cerrar los oídos con cera, para poder escuchar los cantos de las hijas de Neptuno, y que en versión castellana eran los manatíes del Orinoco. De estas leyendas que desbordaron en fantasía y hasta el canibalismo, se valió toda la soldadesca y los aventureros y hasta la gente socialmente desclasada, y con ello se abrió el camino en la Literatura hacia lo maravilloso.

Esta fabulación ha continuado también en la Literatura de América Latina, y no solamente en el pensamiento de los hijos de los encomenderos y las clases aristócratas. También esta fabulación aún está disfrazada, pero apela al lenguaje y a la fantasía de lo moderno, pues refleja las luchas de los intereses de las clases dominantes, pues para ellos, cuando la realidad no representa sus esquemas, ella hay que acondicionarla a su voluntad y sus propios deseos. Y con ello se llega a los límites de la fantasía y de la fabulación, y se transportan a la mente los viejos esquemas regresivos conservadores para deformar la realidad.

La Fabulación y las figuras que crearon los aventureros

El discurso fabulador de los navegantes aventureros hacia las búsquedas de las tierras incógnitas, se reprodujo también como lo hicieron los argonautas griegos, quienes recrearon muchos fábulas y mitos y leyendas. Ellos desarraigados de la vida cotidiana, de las relaciones familiares y de la producción material de la vida en sus pueblos de origen, tuvieron en sus viajes de aventura que recrear sus hechos en otras tierras incógnitas y crearon con su propia fantasía diversos personajes de leyendas, de mitos y de fábulas con los cuales sostuvieron encuentros con otras tierras y personajes. Estos personajes en la mayoría de los casos fueron presentados en forma extrema, como seres anormales o como monstros o como seres muy bellos; en otros casos, estos seres tenían mucha riqueza y también poderes sobrenaturales.
El tema es siempre simple, y cuenta la heroicidad de los marinos fabuladores con sus rivales. Ellos son las de un superhéroes, y ellos vencen a estos seres de fábula en cada contienda y les arrebatan el oro y las riquezas que poseen.
Poseer el oro era un símbolo de poder para los aventureros y soldados y marinos. Nada extraño, entonces, a la empresa de Colón y sus marinos desclasados. En ella se da una mezcla de fábulas griegas con personajes míticos.

La fabulación de Colón ante la posición de la “Tierras Nuevas”, por lo tanto es enajenada y usada como una estrategia espiritual para los objetivos de la corona de España y el mundo helocentrista.

La fabulación y el cuentismo

En mi concepto, la fabulación y después el llamado “cuentismo puro”, son semejantes y están en la línea de los objetivos ideológicos, y que surge de la forma de pensar ambivalente de los conquistadores, y esa forma es parte de esta conciencia irracional que continúa una línea mental histórica europea anterior y como parte del desarrollo de la vida medioeval. Más adelante está determinada, en nuestro Continente, bajo las relaciones semifeudales y semiesclavistas de producción y la mentalidad fundamentalista. El mundo subyacente de estos hombres, es un resabio espiritual, en donde se reflejan las instancias mitológicas de todo el pasado histórico de las leyendas griegas y posteriormente los mitos religiosos bíblicos hebreos. Y ese mundo y sus valores han sido afirmados y modificados en sus formas diversas en nuestro Continente

El término de hacer el cuento, o del cuentismo, es una forma mental que se instaura con la conquista propiamente y con los soldados en el reparto del botín de sus aventuras y del engaño. Y esto lo podemos ya observar en varios ejemplos, como en el cambio de los espejitos con el oro; también en la Isla del Gallo, en Panamá, cuando Pizarro traza una línea en la arena y dice, que para allá se va al Perú a ser ricos, y para el otro lado, significa regresar a Panamá a ser pobres. También se ve con el rescate de Atahualpa, ante las promesas de respetarle la vida a cambio del oro y la plata.
Este término del cuentismo subyace hasta nuestros días en cuestiones de la vida cotidiana, pero también en las decisiones de la política y de las promesas electorales que hacen permanentemente los partidos políticos conservadores, pues esas promesas se mueven aún dentro de la deshonestidad y la corrupción administrativa, como una forma de herencia mental fabuladora desde el “descubrimiento”.

La acción colonial también es desbastadora y contra la naturaleza

El pensamiento y el lenguaje y la acción de los descubridores-conquistadores, y de los modernos virreyes sin corona, pero que van en pro de la política neoliberal, son contra natura.

Para ellos, la relación hacia la naturaleza, no tiene importancia decisiva, pues lo que dicen las leyes no lo respeta la propia administración estatal. La corrupción de la administración es el cáncer que permite la tala indiscriminada de maderas nobles para su exportación al mercado internacional. También la extracción del oro y del petróleo, se justifica bajo el derecho de leyes contrarias a los propios hombres originarios, quienes no deben de participar en los acuerdos con las empresas en sus propios territorios.
También, el almirante escribe, que ellos pueden llegar a la edad del entendimiento y de la razón y se les debe educar en los principios de la iglesia católica. Posteriormente, los príncipes de la iglesia católica, decían que los “indios no llegan a la razón, y por lo tanto deben ser matados”
Por eso, en contradicción a ello reza el dicho: “Ningún Papa vale lo que vale un Cristo.”

La fabulación y el cuentismo son gemelos: Un ejemplo actual

La fabulación del descubrimiento estuvo ligada a la búsqueda de los metales preciosos, pues la esencia económica-política inspiraba el poder y la riqueza para poder estar sobre todas las cosas. Y ello también se refleja en la actualidad en lo sucede con la política de los gobiernos liberales latinoamericanos frente a las minas de metales preciosos que se abren en algunas provincias - como el caso de Cajamarca en el Perú-, y que atrae las fabulaciones de sus raciocinios liberales del presidente peruano Alan García y su discurso de mejorar la economía peruana y hacer de esa región un lugar próspero y de trabajo, sin considerar que esa economía de depredación irracional de los recursos, florece un momento pero no es perdurable, además que esa economía de la extracción de los metales también contamina los ríos y los valles, con el consiguiente perjuicio para la actividad agrícola y la afectación de la salud y la vida de los campesinos -caso más conocido el derrame de mercurio en la zona de Choropampa-. Un acto vicioso, que para sacar algunos filones de oro, se dictan leyes de apropiación de las tierras de los campesinos, se remueve millones de toneladas de tierras de los cerros, y se convierten en zonas de construcción las zonas agrícolas.
Esta economía extractiva es fatal para nuestros hombres originarios y para los campesinos, pues solamente va en beneficio de las empresas extranjeras, o pasa a manos de los capitalistas y de la burocracia política. Un parte de estas ganancias, el Estado las revierte, después, para limpiar las zonas contaminadas que han dejado las empresas nacionales y extranjeras.

Viejos y modernos esquemas ideológicos en el manejo de la política conservadora

Los “descubridores”, muestran desde un inicio un lenguaje ambivalente y fabulador y que hoy, en día, aún se manifiesta en las diversas formas del pensamiento y del lenguaje dualista que es manejado por muchos latinoamericanos en forma consciente e inconsciente.
Esos esquemas, que contienen viejas teorías se metamorfosean de acuerdo a una nueva fórmula moderna, acondicionándola a los gustos o intereses del mercado y de la política internacional, perdiendo en ello, muchas veces, el sentido de lo que se sucede en nuestras propias realidades, frente al hombre y la naturaleza.

El servilismo, la corrupción y las falsas promesas, son partes integrantes de las diversas filosofías de las clases opresoras, y que usan muchos de los gobernantes como medios de opresión y explotación de nuestros pueblos. El fomento de una conciencia servil, nos ha llevado a tener hasta abogados serviles, como los del Poder Judicial en relación al Estado civil-militar del gobierno de Fujimori, hecho que se registra no hace mucho en la historia peruana. Ellos toleraron todo lo falso que creó el gobierno de Fujimori, y se toleró una dictadura siniestra y el ejercicio de leyes dictatoriales contra sus opositores y otras formas de pensar. Y de la amenaza se pasó a la eliminación de la oposición pensante, y muerte salió de las armas de los soldados y generales traidores, quienes mancharon de sangre la rebelión de gente honesta pero contestataria.

Las amenazas y el miedo inducido por decretos favorables sentenciaron a muchos espíritus críticos, convirtiendo al Estado del Perú en una pesadilla y en una cárcel, como lo hemos visto en los llamados “vladivideos” del siniestro Al-Capone Montesinos. Este homúnculo trazó un imperio de indignidad y de corrupción, que condicionó a toda mente servil y a todo “lobbyista“ y oportunista.

El inventor de la realidad

Mario Vargas Llosa, ya no en parte del relato de sus novelas, sino con sus reseñas periodísticas, casi semanales para el diario “El País”, de España, fechado el 27 de enero del 2009, con su optimismo populista hacía predecir: '...quien sea el futuro presidente de los Estados Unidos, aquello no terminará como en Vietnam, con una estampada estadounidense. Y ya es imposible que, pese a todos los horrores que ha experimentado y experimenta todavía el pueblo iraquí, termine con un país pacificado y sin sátrapas, que construye poco a poco, por si mismo y con el apoyo Occidental democrático y liberal un futuro de coexistencia, legalidad y libertad.“ .

El sabio y viejo Sócrates, en su diálogo de Eutifróno de la santidad, descubre el carácter de las guerras, y nos dice: “En efecto, todas las guerras no proceden sino del ansia de amontonar riqueza, y nos vemos obligados a amontonarlas a causa del cuerpo para servir como esclavos a sus necesidades: He aquí por qué tenemos tiempo para pensar en la filosofía; y el mayor de nuestros males consiste que en el acto de tener tiempo y ponernos a meditar, de repente interviene el cuerpo en nuestras indagaciones, nos embaraza, nos turba y no nos deja discernir la verdad.”

La opinión extremadamente conservadora de Mario Vargas Llosa, hecha en base a la euforia de la filosofía liberal, ha aportado a otra construcción bizarro para la defensa de ese sistema, resultando esa idea una inversión de la realidad para la aventura estadounidense, pues antes de los inicios de la invasión al Iraq, ya fue desaprobada no solamente por literatos serios, sino también hasta por críticos y analistas competentes de Europa. Los Estados Unidos, ante el fracaso de su política agresiva y brutal, tanto en Iraq como en Afganistán, ha hecho anuncio de los retiros de sus tropas como la de sus lacayos.


José Pablo Quevedo* es poeta, escritor y ensayista; tiene 10 libros de poesías y figura en más de 30 antologías de poesías, también ha sido traducido a 6 lenguas.
[1] Nota: Acerca de la subseción histórica colonial y neocolonial y el drama actual de nuestras comunidades. Algunas reflexiones históricas-filosóficas. Este ensayo corresponde al libro inédito del autor, cuyo título está contenido en la Filosofía de la Repetición Diferente y otros ensayos filosóficos.
Embajador - Alemania de PPdM.

Notas:

1.- En el Diario de Colón, se escribe:
Domingo 9 de septiembre
Anduvo aquel día 15 leguas, y acordó contar menos de las que andaba, porque si el viaje fuese luengo no se espantase y desmayase la gente. En la noche anduvo ciento y veinte millas; a diez millas por hora, que son 30 leguas. Los marineros gobernaban mal, decayendo sobre la cuarta del Norueste y aún a la media partida; sobre lo cual les riñó el Almirante muchas veces.

Lunes 10 de septiembre
En aquel día con su noche anduvo sesenta leguas, a diez millas por hora, que son dos leguas y media; pero no contaba sino cuarenta y ocho leguas, porque no se asombrase la gente si el viaje fuese largo.

Martes 11 de septiembre
Aquel día navegaron a su vía, que era el Oueste, y anduvieron 20 leguas y más, y vieron un gran trozo de mástil de nao, de ciento y veinte toneles, y no lo pudieron tomar. La noche anduvieron cerca de veinte leguas, y contó no más de diez y seis por la causa dicha.

Miércoles 12 de septiembre
Aquel día, yendo su vía, anduvieron en noche y día 33 leguas, contando menos por la dicha causa.

[Tomado de Wikipedia, extractos: DIARIO DE COLON [1ª PARTE] LIBRO DE LA PRIMERA NAVEGACIÓN Y DESCUBRIMIENTO DE LAS INDIAS, Edición y Comentario Preliminar por Carlos Sanz, Julio de 2003

2.- El filósofo Hegel, llama a la conciencia mítica religiosa, o la inspirada en creencias y leyendas, la conciencia infeliz [Das Unglücklische Bewußsein], y este filósofo lo pone de manifiesto en su filosofía en la relaciones del dominio y la esclavitud [Herschaft und Knechtschaft]. Èl la presenta como en una etapa del desarrollo del espíritu mundial cuando este espíritu se enajena. Es decir, la enajenación real generada por él pertenece a la conciencia religiosa. Ese mundo generado de ese espíritu mundial es la profunda contradicción, tanto en sí, que decae en un mundo doble: el primero es el mundo de la realidad de sí mismo, y el segundo el mundo sobre el cual él actúa, y como en el éter puro de la conciencia trabaja. El filósofo Marx, nos habla de diversas formas de la enajenación y presenta a la religión, en la Ideología Alemana, como una forma de conciencia falsa.
Georg Biedermann, Georg Wilhem Friedrich Hegel, Urania-Verlag, Leipzig: Jena.Berlin, DDR .
[Traducción e interpretación del autor].

José Pablo Quevedo*, [Embajador - Alemania] PPdM:
http://www.poetasdelmundo.com/verInfo_europa.asp?ID=836
Publicación: 21-04-2011

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Acerca de la subseción histórica colonial y neocolonial y el drama actual de nuestras comunidades indígenas. Algunas reflexiones históricas-filosóficas....

“CAMINO AL SUR”: Acerca de la subseción histórica colonial y neocolonial... José Pablo Quevedo* Parte (1)


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